martes, 31 de diciembre de 2013

dosmilcatorce.



Una vez más a vuelto a llegar el día de hacer un balance sobre lo vivido los anteriores 364, y sin quererlo, esta mañana me preguntaba ¿y si este resumen o balance lo hiciésemos a diario no nos iría mejor?
Sinceramente creo que sí, y sobre todo hoy, que se acaba un año en el que si pongo las cosas sobre una balanza imaginaria, indiscutiblemente se inclinaría hacia lo malo, pero no voy a hacerlo porque ha sido un año en el que sobre todo, he aprendido a no dar importancia a lo que o quienes no la merecen.
Realmente y a modo de paréntesis, me encantaría ver la reacción de esas personas que sin ningún motivo decidieron apartarse de mi vida en el 2013, ¿serán capaces de mirarme a la cara? yo sí, les aguantaría la mirada, y no a modo reto, sino impaciente por ver hasta donde puede llegar su imaginación a la hora de inventar excusas, ¡sería tan divertido!  
Y por supuesto, hoy también es el día de las personas aficionadas a quedar bien, esas que ya practicaron el día de navidad, las mismas que no te hablan en todo el año, pero oye en navidad y nochevieja, te mandan mensajes, deseándote lo mejor y dándote las gracias por blablabla y me da taaaanta pereza tener que seguir el juego que ya hasta me aburre, así que quien no reciba mensaje por mi parte, que se vaya acostumbrando ^^
Pero ante todo, del 2013 me quedo con las tardes de los sábados llenas de juegos y risas con mi pequeño diablillo, con las interminables noches de charla con mi princesa y con esa parte del Norte que siempre ha confiado en mi y que siempre me saca una sonrisa pase lo que pase aunque me deba una cantidad de sueldos interminables, y claro que ha habido un montón de cosas más, amig@s que siguen ahí, y nuevos que llegaron sin pensarlo, mi retra y la complicidad, mi pequeño estudiando madrileño que puede con todo y desvaría como nadie, mi maru que nunca me suelta de la mano, sobra deciros que las gracias se me quedan pequeñas y que os quiero millones, proyecto aprobado, una nueva etapa, nuevos compañeros, superar miedos, volver a encajar... y etc muchas cosas que van calando y acabarán pesando más que todo lo malo.

Un año más, Él puso la banda sonora y creo que por mucho tiempo, serán mis lemas diarios. 
¡Feliz año nuevo!





jueves, 19 de diciembre de 2013

¿Para qué?

¿Para qué mentir? Me cansé del lado hacia el que siempre se inclina la balanza.
¿Equilibrio? No es tan difícil.
Quién quiere de verdad, no sólo lo hace. También lo demuestra.
No hay más.

martes, 17 de diciembre de 2013

Por un momento...

Escribiría tantas cosas que me quedaría vacia. Pero la gran mayoría de las ideas últimamente no pasan de eso. Ideas que se quedan en el tintero de mi cabeza porque nacen en un momento inoportuno o porque el miedo les intimida. Realmente no puedo asignar un miedo concreto. El miedo a perder no tiene ningún sentido cuando no tienes que perder porque no tienes nada... Pero aun hay momentos en los que me siento demasiado pequeña, y no hay presencia alguna de ese valor que te empuja a comerte el mundo.
No puedo hacer como que no me importa algo que en realidad me ha dado vida...
Pero debería pararme un segundo y por un momento pensar en mí...

martes, 3 de diciembre de 2013

Justo ahí.


Cuando todo es un bucle, pero sin principio, ni fin. Ese punto, en el que te echo de menos y no sé porqué. ¿Por qué me adentré en esta encrucijada? Puede que haga mal en no tirar. La cobardía nunca ha sido mi fuerte, pero ¿y tú? Si no me buscas, tengo una respuesta clara, pero tampoco puedo valorar tu forma de actuar. Ese punto en el que vuelven los miedos, y vuelve el hacerme valorar. Ese punto en el que todo vuelve. Sin principio. Sin fin.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Noches de Diciembre.

Me conciencé de que no estabas.
También de que no vendrías.
Y ahora que ha llegado Diciembre
el frio se ha vuelto mi fiel compañero.
Aún así, dile a mis ganas,
que dejen de esperarte.
A mi cabeza que deje de pensarte.
Hazle entender a mi piel,
que la tuya jamás se estremeció
de la misma forma.
Que para ti los gestos no eran nada.
Consigue que mi corazón entre en razón, que yo, una noche más, me abrazaré al frío, para susurrarle, que estoy cansada de esperarte.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Que no quede rastro.

Podría plasmar aquí, en este pequeño rincón, las sensaciones que aún hoy, continúa provocándome, pero con tan solo decir esto, ya hago más de lo que merece. Más de lo que recibí... Tan sólo quiero pasar página. Ser capaz de observar desde la distancia, y poder decir "ni siento, ni padezco".
Tiempo, supungo que una vez más, él será quién se ocupe de todo. Él fué quién cruzó nuestros caminos en el momento equivocado. Ahora me conformo con que se lo lleve todo. Que no quede rastro.

lunes, 14 de octubre de 2013

(auto)destrucción.



Siempre lo mismo. Historias inconexas y tan similares a la vez. Mismos patrones, diferentes protagonistas. Siempre hay algo. Siempre hay alguien. 
Si es posterior, sigue las mismas pautas. Camino de rosas hasta que apuñala. Y sin embargo por muchas heridas que cause, por mucho dolor que provoque, jamás perderá su lugar del pedestal. 
Y si llega después, poco o nada importa el camino que haya limpiado antes el resto. No cuentan las horas, tampoco los gestos. Ni si quiera las veces que haya curado cicatrices. Llega y se encuentra un camino libre, llano y limpio. 
Siempre lo mismo. 
Nunca es suficiente. Nunca soy suficiente. Siempre hay alguien que hace/merece menos y a quién se valora más.

domingo, 13 de octubre de 2013

De domingo...

Puede que todo el cúmulo de precipicios, sea consecuencia de una perfectamente camuflada pero marcada desestructuración. Puede no, es así.
A pesar de ello, no quedó nublada la capacidad de discernir que merecía y qué no.
¿Demasiado exigente? Así es cómo más de una persona cree que me he vuelto, cuando en realidad, el único cambio es que ya no permito que los pisotones excedan de un determinado número.
Y no puedo negarlo, la rabia me ha ganado el pulso en más de una ocasión, y me he visto obligada a dejarla dominar la situación. Ha llevado la batuta y no he podido mostrar una indiferencia que hubiese evitado más de un tiempo perdido...

jueves, 3 de octubre de 2013

Lo malo es bueno

He aprendido que lo que hoy duele, mañana será el colchón que me ayudará a que los golpes no sean tan duros.
Y que en verdad, no todo es tan grave. Tanto tropiezo en realidad es un beneficio, porque cada uno de ellos hace, que el próximo duela mucho menos.

martes, 1 de octubre de 2013

it's time to...

"qué triste es que dejases escapar la oportunidad
de tener más de lo que nunca nadie te dio
y te hayas dejado vencer por el miedo"


Now, it's time to a new life.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Ruinas.

Todo se acaba. Llegan los cambios, y con ellos las nubes. Y por mucho que queramos soplarlas y dejar paso libre al sol, este no va a salir cuando nosotros queramos. 
Se vuelve todo cuesta arriba, y cuando intentas algo una, dos, tres y hasta cuatro veces y no obtienes los resultados que esperabas, quizás sea momento de dejar de intentarlo una vez más. 
Tengo claro lo que quiero, pero mucho más aún lo que no quiero. Ya dí todo lo que pude y más durante mucho tiempo. No quiero tanto, pero sí un mínimo. Es lo justo para reconstruir las ruinas en las que el pasado convirtió mi vida. 

martes, 24 de septiembre de 2013

Tropiezos con la soledad.








Te necesito aquí. A mi lado. Susurrándome al oído que todo irá bien. Que el equilibrio estará presente. O mejor, me lo dibujas letra a letra en mi espalda. Con la yema de tus dedos... O en el centímetro cuadrado de piel que más rabia te dé. Llevas mucho sin aparecer por aquí, y que me obligues a permanecer tanto tiempo al lado de la soledad me produce por segundos percibir la misma sensación de estar sobre la cuerda floja. Supongo que hoy... Tampoco vendrás a salvarme y una noche más, volveré a imaginarme tus besos y a soñar con tus abrazos.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Adiós verano.



Se va el verano y ahora es cuando supuestamente,
 debería llorar ¿no? 

Pero no puedo llorar por algo que no me da pena que termine, bueno en parte sí, pero solo por el rollo este de tener que ir con mil capas de ropa, de los días sin sol y la odiosa lluvia. Por nada más, porque ni de lejos ha sido el verano de mi vida, si no, más bien todo lo contrario en todo su esplendor. Pero realmente tengo ganas de este adiós. De una nueva estación, de una nueva rutina, que, aunque en dos semanas ya la estaré odiando, estoy segura de que me aportará esa estabilidad que necesito. 

No sé, tengo esa sensación, que a pesar de que todo va a ser nuevo y nada fácil, viene cargado de un montón de cosas buenas, y el otro día ya me pasó y no me equivoqué, espero que ahora tampoco me falle mi intuición.

Está claro, que si "te quedas dormid@ en los laureles" el éxito o la satisfacción de las cosas bien hechas no van a venir cogidos de la mano y llegar a ti por arte de magia, y como estoy más que dispuesta a poner de mi parte el 200%, ya sólo por eso, valdrá la pena dar un salto más. Además, si algo he aprendido esta semana, es que si esperas que llegue algo, o no llega o tarda en hacerlo más que nunca, y sin embargo no merece la pena tirar la toalla, porque el mantener viva la ilusión en algo, te brinda la oportunidad de que la vida te sorprenda con un montón de cosas buenas, y que compartiré con vosotr@s a lo largo de esta semana, ¡la semana de los cambios! .


viernes, 20 de septiembre de 2013

Cosas bonitas que te pasan un viernes.


Realmente ya no sé si son muchas o pocas las personas que pasan por aquí. No creé este blog con la intención de que se llenase de comentarios, de visitas o que destacase por encima del resto en las redes sociales etc, 
y la verdad es que tampoco he sido nunca de las personas que van de blog en blog dejando comentarios, hay blogs contadísimos por los que me paso a leerlos con regularidad.

¿Mal hecho? ¿Bien hecho? No lo sé, tampoco me importa.

Simplemente siempre me he tomado el escribir como... "una vía de escape". Es algo que me sirve para desahogarme y liberarme, y la verdad que no entiendo el porqué hasta ahora no había probado a hacerlo así, de una forma menos elaborada ¡con lo que facilita las cosas!

Aún así, el estar unos mesecillos sin ninguna obligación me ha llevado a un estado en ciertas cosas, de total y absoluta dejadez... De un marmotismo profundo y una pereza para todo, elevada a la máxima potencia. Soy una persona de rutina, de costumbres y el no tenerla durante este periodo de tiempo ha hecho que no sea todo lo constante que debiera ser y la vagueria se ha instalado en mi... 
Creo que una amiga tenía toda la razón del mundo cuando me dijo no hace mucho, que "los artistas necesitamos estar bajo presión para ser eficientes" y no es que yo me considere artista, no, mi amiga se refería a las personas que nos dedicamos a "crear", ella cose, yo diseño... y es verdad que si no tengo una fecha límite para algo, lo dejo para mañana, para pasado, para la semana o el mes que viene... y por esta razón, a pesar de que todos, o casi todos los días se me ocurre algún tema para escribir... no lo hago.

También es verdad que últimamente cuando me llega la inspiración que más me llena es por la noche, justo antes de dormir, y al día siguiente ya no me acuerdo... ¡viva la absurdez de mi cabeza! 
Pero hoy me ha pasado algo por lo que ahora os estoy soltando este rollo... he leído, poniéndole todo el cariño del mundo, una historia (más que preciosa), de una chica a la que la música puso en mi vida, y que ella ha querido compartir en su blog... 

No es una persona que forme parte de mi día a día, y a la que, si la memoria no me falla, creo que solo he visto una vez, en un concierto de nuestros chicos del norte "El Mentón de Fogarty", pero a la que conozco de hace mucho tiempo y a la que tengo un cariño especial (aunque nunca le he dicho nada de esto...) por que día a día veo como se lo curra y la ilusión que pone en su trabajo, y a parte, es de las personas que entiende mi "Locura" por que las dos en parte hemos crecido con la misma banda sonora, por la cual nos conocimos en un foro ( ya no recuerdo si fue en el rosa o en el verde, aiiinsss que tiempos aquellos ) del grupo "El Canto del Loco" y que ha día de hoy, aunque todos hayamos cambiado seguimos ilusionándonos cuando Dani saca a la luz trabajos tan grandes como su último disco, y se nos sigue dibujando una sonrisa cuando hay una firma de discos o un concierto.

Por eso quiero compartir aquí, lo que hoy me ha hecho darme cuenta de que quizás, si hay gente que lee mi blog, que espera que yo aparezca por aquí, y que no merecen que yo "abandone" tanto este rinconcito. Ha sido para mi como una llamada de atención, que ha hecho que mis pilas mentales se activasen y dijesen 
"¡ey! ¿te gusta escribir? hazlo, da igual lo que piensen, retoma la rutina y haz lo que realmente te gusta".


Esta es la historia de "Asídesastre" ( si picais en la imagen os lleva a su precioso blog ) , llena de cariño, de ilusiones y de emociones, con la que me he sentido identificada en muchas cosas y a la que me encantaría que dedicáseis unos minutos para disfrutarlos leyéndola. 


No os vais a arrepentir y os quedaréis como yo, con ganas de más y una sonrisa en la cara (puede que alguna lagrimita también aparezca...)  "UNA HISTORIA DESDE EL PACIFICO AL ATLANTICO (Primera Parte)" 

¡Disfrutadla!

jueves, 19 de septiembre de 2013

todo un poco más oscuro...


Hay días en los que mi cabeza se vuelve loca y piensa más de lo que debe. Y me agota. Aparte del agotamiento físico, se une el mental. Y sí, estoy completamente segura de que no me equivoqué, que tomé las decisiones correctas, pero en ocasiones todo se da la vuelta y por alguna extraña razón busco tu refugio. 
Sé que escribo para el vacío, para la soledad o cómo quieras decirlo porque. No me importa que ni siquiera te pares por aquí unos segundos y prestes atención a los pequeños lapsus de mi estúpida idea de echarte de menos.
Simplemente es una forma de soltar un peso que hace todo un poco más oscuro...

domingo, 1 de septiembre de 2013

Hasta nunca Agosto'13 + ¡noticias frescas!



Lo que en un tiempo pasado fue el mejor mes de tooooodo el año, sin comparación alguna, ha pasado a ser el más aburrido de la historia, ¡con diferencia! y no, no espero que eso cambie, porque si algo he aprendido y aprendo día a día de esta... a veces incalificable vida, es que cuanto más esperas menos llega y más te decepcionas, así que no sirve de nada esperar por algo que no sabes si llegará o no. Pero ese es otro tema y por fortuna Agosto ya se ha ido, dejando paso a un prometedor Septiembre. Lo de prometedor lo diría con la boca cerrada y muy bajito, que basta que prometa mucho para que todo salga al revés... 

El caso es que Septiembre viene cargado de cambios. Sí, muchos muchos cambios, para el blog, en el que posiblemente haya nuevas entradas y cómo podréis comprobar si estáis leyendo esto, con un nuevo aire, otra forma de escribir, y sobre todo, en mi vida que seguramente me restarán tiempo y neuronas, por lo que trataré de organizarme lo mejor posible para poder con todo, por que la verdad... estoy un poco cansada de tener esto tan abandonado, y no sé si las ideas que tengo en mente serán bien acogidas o no, pero me apetece hacerlas y total... ¡no tengo nada que perder!  Pero lo de los cambios en el blog os lo contaré en la próxima entrada con mucho más detalle.

Este es el mes de las fiestas, de los esperados y bonitos reencuentros, de los conciertos, de tener en las manos ansiados nuevos discos cargados de ilusión y sobre todo de nuevas etapas personales, pero lo más próximo es que voy a formar parte del jurado en los III Premios Papel de Tinta Negra, en la categoría de Mejor diseño.

Los premios se organizan desde el blog "Papel de Tinta Negra", donde mañana se publicarán las bases para poder participar y desde ese mismo momento comenzarán, ¡tenéis por delante todo el mes para apuntaros! y como comprobaréis ya es la tercera edición. Si no sabéis de lo que hablo, la mejor manera de que os enteréis de todo, es picando sobre la imagen. El enlace os llevará directamente a las entrada donde está toda la información, o si lo preferís, buscar en twitter a @PapelTintaNegra que es quién lo organiza y os informará mejor que nadie, o dejarme comentarios a mí y os resolveré las dudas, y además, también podéis buscarme en twitter @albyceache, informaros como queráis, pero ¡Apuntaros! 

Y creo que por hoy no me dejo nada sin contar ¡ Nos leemos pronto ! 

viernes, 30 de agosto de 2013

Motivos & Cambios.


Acumulación de posibles temas sobre los que escribir, y no saber por donde empezar a hacerlo. Inspiración nula o que posee el don de aparecer en momentos inapropiados, en los que es imposible plasmarla en forma de texto. 
Quizás, es que esos textos no deber de ver la luz y con rondar por mi cabeza es suficiente para ellos, y para el resto, los que habitan por este blog y sus rincones dando calor a mis secretos, que sin leerlos, viven mejor manteniendo esa pequeña parcela de ignorancia...
Sean cuales sean los motivos, el blog últimamente está demasiado desnudo. Creo que es un reflejo del vacío que reina desde hace tiempo en mis días, en mi vida... Y que no estaría mal que comenzase a plantearme una serie de cambios. En todos los aspectos... Y aunque no prometo nada, me quedo con la intención, con las ganas de cambios, que aunque tú que estas leyendo esto no lo creas, ya es mucho.

martes, 20 de agosto de 2013

Lecciones del pasado.


Ya no busco explicaciones, ni respuestas. Me he dado cuenta de que todo es tan simple y sencillo como observar.  Los hechos son quienes otorgan la verdadera solución a las dudas o preguntas. 
No levanto muros, simplemente no derocho de eso que no recibo. Ya no me compensa seguir manteniendo prioridades, cuando yo para el resto, no soy más que una opción.
Me he cansado de tener como compañero ese vacío constante al ver que nada de lo que digo o hago activa el más mínimo gesto de aprecio o gratitud hacia mí. No soy un bloque de hielo, ni una fuente inagotable de alagos o demostraciones que no necesite nada a cambio... Yo también necesito llenar esa despensa que tirita por la carencia de cariño, aprecio e interés.
Me expongo fácilmente ante los demás, por mucho que trate que disfrazar mi corazón con caretas o inexistentes corazas, caigo una y otra vez en el mismo error. Es la piedra más insistente en mi camino. Mi gran lastre. Y con él vuelvo a cargar...
Le acompaña el conocimiento de culpa por no hacer caso a determinados principios, por volver a dejarme llevar... No puedo decir que me sienta bien, estaría mintiendo. Solamente trato de enfrentarme a una misma, pero a la vez nueva experiencia, desde otro punto de vista. Ahora le veo el lado positivo a una parte del pasado que trató de hacerme ver que son más numerosas las ocasiones en las que es mejor permanecer inerte, retener y frenar sentimientos, antes que dejarse llevar, que la diferencia de dolor es bastante notable, y quizás sea momento de ponerlo en práctica. No siempre los sentimientos llevan la razón. No siempre traen la felicidad, sino que vienen cargados de falsas sonrisas y lágrimas ocultas.

jueves, 8 de agosto de 2013

Más de mi.









O blanco o negro. Pero no a medias. No soy de grises, y menos ahora. No quiero perder tiempo. Ya ha sido demasiado el que he desperdiciado a lo largo de mi vida. Por eso, si vas a estar, no des tres pasos atrás cuando yo de uno hacia adelante. De la misma forma que, no me pidas buen humor por la mañana, si no hay café para desayunar. O no me adviertes, de que mis besos a todas horas pueden llegar a cansarte. Desconfío hasta de mi sombra y a todo lo que hagas, le veré inevitablemente el lado malo. A cambio, te daré más de lo que merezcas, o incluso más de lo que pueda. La vida nos marca un camino y nos dirige hacia unas actitudes. No quiero todo ya, como respuesta a un chasquido de dedos. Pero no quiero incertidumbres. Si te quedas, hazlo al completo.



jueves, 25 de julio de 2013

Pequeñas joyas.

Que las pequeñas cosas no te engañen. Son pequeñas, pero no sencillas. Tienen trampa. Y es que, esas pequeñas cosas, no sirven de nada si no las compartes con alguien a quien quieres. Porque solo cuando las compartes, las pequeñas cosas, pasan a convertirse en auténticas joyas. Las joyas de verdad, no están en los museos ni en las cajas fuertes. Las joyas de verdad no brillan, ni deslumbran. Las auténticas joyas no son las que te hacen más rico. Son las que te hacen sonreír. No me considero alguien codiciosa, no necesito muchas joyas. Me conformo con volver a sentirme viva. Quiero volver a sentir que alguien se preocupa por mi. Quiero volver a sentir que hay alguien de quien me quiero preocupar. La felicidad es un arma de doble filo. No hay nada mejor cuando la tienes, pero si la pierdes, te quedas hecha polvo. Porque al final del día, es cuando te das cuenta que lo importante, seas una capuya o una iluminada, es que tienes dos opciones, y hay que elegir. Puedes elegir la opción fácil, dejarte caer y hundirte. O puedes elegir la opción difícil, seguir buscando. Y entonces, si tienes un poco de suerte, una de esas joyas pasará por delante para darte el valor necesario y volver a la superficie.


miércoles, 24 de julio de 2013

Exclusividad.

Ya ni si quiera está a simple vista, a flor de piel, o cómo queráis decirlo. No supone un 99% del espacio de mi cabeza/corazón. Sin embargo, permanece ahí. En uno de los últimos planos. Al fondo. Pero aún continúa existiendo un pequeño punto que se resiente si le llegan descargas en forma de signos de evidencia.

Excusas. Sin duda su especialidad. Durante muchísimo tiempo las creí, las soporte, e incluso, consentí y defendí aun a sabiendas de que no eran más que losas que cargaban mi espalda. Y es ahora cuando estoy pagando las consecuencias. Cuando completamente me he dado cuenta de que la locura no formaba parte de mi imaginación. Ha conseguido que la inseguridad sea quién maneje mis días, la desconfianza se ha instalado como rutina. Evidentes cambios de humor. De personalidad.

Pero a pesar de todo, de tanto que invertí, no localizo un punto de arrepentimiento, ya que en todo momento, la sinceridad fue mi mejor carta. Nunca oculté, no dejé que el miedo me plantase cara. Y ahora, por mucho que aparentemente todo le sonría, en el fondo, poco puede lucir y resplandecer, si no conoce el significado de la palabra exclusividad. 

viernes, 5 de julio de 2013

Marcar una distancia opaca

No es difícil adivinar que de vez en cuando solamente te acercas por ese vacío que marca su distancia. Tú, nunca me has necesitado, ni si quiera me has echado de menos. Sin embargo, de vez en cuando, quizás por rellenar huecos en el tiempo, das un par de pasos y haces acto de presencia. E inerte de autoestima, mi cuerpo te busca y acoge tu presencia olvidándose, de que no me necesitas. Maldita la hora en la que el tiempo cruzó tu camino con el mio. Maldita, porque eres todo lo que siempre quise y algo me dice que en más de una ocasión el miedo a quemarte te impidió acercarte más. Son demasiadas las noches en la que engullo todas y cada una de las palabras con las que te acariciaría el corazón, y el peso de todos los días sin el sabor de tus manos y el tacto de tu boca se hace insoportable. Me encantaría marcar una distancia opaca, que me impidiese ver y sobre todo sentir. Pero como si de un lastre se tratase, las malas costumbres del pasado, hacen que más de lo que me gustaría mi sonrisa dependa de ti, que arrepintiéndome después, me aferre a ti... cuando tú, no dejas de manifestar tu anhelo por otros ojos y otro cuerpo que no te da nada y te tiene al completo.

martes, 25 de junio de 2013

De él dicen...

...que pone todo en su sitio. Que todo lo cura. Que con él todo llega. Que cuando estás agusto, pasa rápido, demasiado quizás. Y que si hay algo que esperas, pasa lento. Como si no avanzase. Que es el único que tiene respuesta para la mayoría de nuestras dudas. A veces, todo está en sus manos, en las del tiempo. Ese, del que tantas cosas dicen y al que pase lo que pase, nos aferramos como si fuese ese aire fresco que de el empujón necesario para continuar. Y no me da miedo él, ni su paso. Ni tampoco me das miedo tú. Me lo doy yo y que, con su paso, la coraza se endurezca. Ser capaz de dejar que todo cambie. Eso me aterra.

viernes, 21 de junio de 2013

...y continué.

Imaginando que estabas. Al igual que mis fuerzas. De echo, les dabas motivos para renacer. Pero ahí estaba mi cabeza, recordándome que este camino no nos lleva a ningún sitio con la carencia suficiente de cordura, como para ser nuestro lugar...

viernes, 14 de junio de 2013

Soñé...

...que no quedaban demasiados espacios vacíos en la cama. Que no había alarmas y lo que me despertaba eran las cosquillas que tus dedos provocaban en mi ombligo. Sin embargo, cuando salió el sol, y abrí la puerta, no había ningún aroma a café recién hecho que inundase el pasillo. Tampoco nadie le había dado un mordisco a mi tostada. Ni si quiera estaba hecha, ni en la puerta de la nevera colgaba un papel que dijese "buenos días princesa". Los "te quiero", también se esfumaron con la noche. Ahora prefiero dormir. Al menos, en aquella realidad, aunque falsa, no se piensa.

sábado, 1 de junio de 2013

Más de lo que tienes.

Sabes que no tienes más que su cobardía y su falta de entrega. Aún así, a pesar de que manifiestas ser contrario a ciertos principios, continúas arriesgando. Tanto, que las piedras del abismo comienzan a precipitarse cada vez a mayor velocidad y tú, no sólo no te das cuenta, sino que avanzas en la misma dirección. Hacia un pozo, que dejame decirte, creo que no puede traer demasiadas cosas buenas, si el precio principal de la apuesta, son tus propios sueños. No sabe lo que pierde. O quizás sí. Pero mereces más que ganar una parte. Mereces triunfos completos. Las medias tintas no están hechas para el nivel de tu corazón.
Y déjame decirte también, que varias de las dudas que planean por tu cabeza, son las mismas a las que otras cabezas no paran de dar vueltas cuando, en lugar de continuar avanzando, decides retroceder frente a otros ojos.
Más de lo que tienes, eso es todo lo que deberías tener claro que mereces.


sábado, 25 de mayo de 2013

De una vez...

Apareces en mi mente una y otra vez. Constante e insistentemente. Hazme un favor. Solamente uno. Desaparece. Por completo. Ni si quiera formes parte de un recuerdo. Ve al mismo lugar al que me nos has llevado a mi y a nuestros momentos. Sí, todo aquello que decías ser lo más importante para ti. Al olvido. Ve allí con billete de ida, y sin vuelta.

domingo, 12 de mayo de 2013

Ocurre...

Ocurre cuando no estás, que siento un vacío. Demasiada ironía. Si nunca has estado... ¿O sí? Ya no sé que pensar. Lo único que tengo claro es que me pesa tu ausencia y me pesan los miedos. Seré la primera en estar equivocándome, en todo. Estoy segura. Pero entonces... No entiendo el porqué de necesitarte tanto...

sábado, 11 de mayo de 2013

Puedes dormir tranquilo













"Puedes dormir tranquilo.
No habrá más suspiros bajo las sábanas por dolerme tu ausencia. 
Quizás ahora seas tú quién lamente que no esté ahí para dibujarte sonrisas. 
Estaré ocupada, construyendo las mías"

jueves, 9 de mayo de 2013

Hoy.

Hoy me ha gustado dar ciertos pasos. He podido comprobar que no me necesita. Fuera dudas. Adiós a las incertidumbres. El momento de las medias tintas ya pasó de largo. Al menos ya no es hora de esas medias tintas que me hacen tambalearme. No quiero volver a dejar mi felicidad en algo que no dependa directamente de mi. Ya tenía una montaña rusa. Mi propia vida, y sus "ahora sí, ahora no" no me ayudan a pulsar el stop.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Romper costumbres.

Presa de un pasado que no me deja avanzar.
Lastres de miedo que toman el control.
Quiero ganar.
Frenos sin control.
Quiero romper esas costumbres. Coserme a tí.
Pasar de ser tu rutina a ser tu necesidad.

Vuelvo a ganar.

En un primer momento se pasó por mi cabeza la idea de escribir sobre tí y sobre mi. Sobre nosotros y la remota posibilidad de que formarsemos parte de una excepción que confirmase la regla. Que diese pie a un quizás... Pero me he dado cuenta de qué solamente estaría escribiendo sobre el rumbo que mi cabeza decidió tomar por libre. Sin consultarme nada. Sin pensar en los pros y los contras. En realidad no te conozco. No tanto cómo para poder opinar o hacerme una idea. Ese es el problema. Desconozco casi todo lo que te rodea. No controlo tus actos, esos que llegan a hacerme dudar y me pierdo con mis pensamientos... Esa es la razón que me empuja a dejar de ver gris y ver negro cuando lo más mínimo no me gusta. Sé que jamás llegarás a rozar lo más mínimo esta manera de darle forma a lo indefinible... Y es que aunque apenas sepa nada, estoy segura, de que una vez más vuelvo a ganar en nivel de estupidez.

lunes, 6 de mayo de 2013

Esa parte...




"Eres todo, y eres nada. Eres esa línea recta e incoherente siempre presente. 
Eres esa parte que rompe la armonía y desentona con el entorno.
Eres aquello que rompe todo en dos. 
Eres esa parte mi vida a la que nadie ha invitado pero nunca quiero que se vaya. 
Eres ese fragmento que tiene el don de ser pasado, presente y futuro"





lunes, 29 de abril de 2013

Placeres (im)posibles.

No sentirte. Capacidad de dar sin pasar el límite. Saber valorarme. Dejar de conocerte. Disfrutar de ir al compás del tiempo. De la espera. Aprender a recibir. Aplicar paciencia. Ignorar la necesidad de quererlo todo tan rápido como una milésima de segundo. Autocontrol. Que siempre sea primavera. Aprovechar ausencias. Valorar las presencias. Separar caminos. Unificar momentos.



jueves, 25 de abril de 2013

Todo eso era.

Necesidad insaciable de ponerle solución. Un todo o un nada. Ninguna otra entrelinea tenía posibilidad de salir a flote. Espacio indefinible. Aroma de esperanza. Susurros en silencio. Noches claras. Días interminables. Oscuros. Fríos ¿Paramos ya? Reflexiones a solas. Miedo latente. Vuelven a cuestionarse asuntos evidentes. Y comienza a girar el bucle. Como medio, absurdas vías de escape. Disfrazan dependencias. Entierran necesidades. Vacían el vacío. Razones innumerables para tacharlo de locura. Estupidez. Demencia. Demasiados gritos ahogados. Ceguera constante que empujaba al rescatar un principio. Todo eso era. Ahora es pasado. Entender. Sentir orgullo. Pero no desgarrador. Del que te tranquiliza la conciencia. Del que sana tus propias heridas. Cabeza alta. Voz por encima del nivel del miedo a perder. ¿perder? ahora es lo imposible. Lo he ganado todo. Razones absurdas que ahora solo me provocan querer seguir mi camino. El que ha sobrevivido a pesar de sus pisadas.



viernes, 12 de abril de 2013

Tiempo inservible.

A pesar de que ha pasado el tiempo, hay noches en las que aún sigues siendo el tema preferido para pasear por mi cabeza justo antes de dormir, y es en ese momento, cuando mi espina dorsal despierta y siente un cosquilleo capaz de volver mi piel más sensible que de costumbre. Es entonces, cuando hasta el roce de la sábana me molesta, por que soy consciente de que la importancia que todo aquello merecía, solamente se la otorgaba una parte, y no eras tú quién se la daba. Me invade la rabia, y aunque hace días que no ocurre, aun no puedo descartar que de mis ojos broten pequeñas gotas saladas que acaben resbalando por mis mejillas sin un destino concreto. Y no es que me arrepienta, simplemente, quiero que llegue ese momento en el que se convierta en capacidad el poder olvidar. El dejar de buscarte en otros ojos. Dejar de sentir tu vacío. Tu esencia no está en otras conversaciones, ni lo estará. No va a llegar nadie que alcance tu nivel. Por eso mismo, quiero que te quedes paseando por mi cabeza, pero como algo pasado, anclado ahí, en un lugar sin retorno, sin la más mínima esperanza de poder recuperar todo aquél tiempo. Sin tener que seguir siendo quién no soy. Nunca olvidarte, pero si poder pasar página. Solamente eso. Que las manecillas del reloj avancen a un ritmo mucho más rápido, por que a su ritmo normal, el tiempo, no está sirviendo de nada.



Ojalá...

...aprendiese a dislumbrar entre las sombras
...me guiase por lo que marcan los indicios
...fuese capaz de ponerte cara, olor, y te quitase la ropa cada noche
...comenzase a pensar más en mí y llegase todo ese valor

domingo, 24 de marzo de 2013

Ella queriendo adelantar su salida y él, retrasando su marcha.

Se refugiaba tras la densa capa de nubes. Pensaba que de esa forma, nadie descubriría su capacidad de brillar. Lo que no sabía el sol, es que entre nube y nube, quedaban pequeños y transparentes resquicios por los que se podía observar su lado verdadero. Esos resquicios, eran los únicos culpables de que, a pesar de que ella saliese cada noche con su ejército de estrellas para protegerse, en el fondo, la luna estuviese dispuesta a compartir su tiempo. Algo, que tan solo ocurría algunas tardes dispersas, cuando ambos decidían permanecer juntos en las alturas. Ella queriendo adelantar su salida y él, retrasando su marcha. Atreviéndose mirarse a los ojos... sin miedos...

sábado, 23 de marzo de 2013

La complicada tarea, de saber lo que se quiere.

La vida, nos presenta ocasiones en las que no resulta sencillo saber lo que queremos. Acción que se complica cuando el objetivo no aporta ninguna seguridad, sino, más bien todo lo contrario. El mero hecho de que, todo dependa de tus respuestas, no te aporta ningún valor para afrontar los miedos y lanzarte a la piscina. No es sencillo, sabiendo que si tu no te tiras, no va a haber dolor. Ni siquiera va a importar tu ausencia si decides marcharte. Y sin embargo, es todo tan contradictorio, que estas situaciones son las que más intriga, desasosiego y a la vez enganche nos provocan. Si ya de por sí, es complicado dar con la elección acertada, escribir lo que se quiere/siente no es nada fácil. Llega incluso a ser frustrante, ya que te crea un desasosiego interior, al darte cuenta de que eres incapaz de controlar tus propias emociones. Y cuando menos lo esperas, cuando crees que eres la persona más rara del mundo, cae en tus manos un maravilloso libro que te hace ver, que no eres la única que se ha sentido así, que aunque tengas entre manos una historia de ficción, no tiene nada que envidiarle a la realidad. Y mientras te sumerges en la historia, cuando más implicada te encuentras en el desarrollo de todo lo que sucede entre reglón y reglón, de repente, pasas una de sus páginas y te encuentras con algo que llevas mucho tiempo queriendo expresar. Un texto que te identifica al 100%, y sin dudarlo un segundo sabes que eso es lo que quieres. Alguien a quién poder decirle todo lo que esas palabras encierran, alguien que te provoque que todo eso salga de tu corazón, por que sabes que si lo haces, es porque te aporta la seguridad necesaria para saber que merecerá la pena arriesgar.




"Lo más complicado de este mundo es no reaccionar de la misma manera a estímulos parecidos. Te hieres y te entristeces... Deseas algo y lo observas... Y a veces no sabes si hacer algo, paralizarte o justo lo contrario... Cada persona tiene reacciones, resortes que provienen de su infancia...
Los resortes nos causan infelicidad porque nos llevan a los mismos lugares, y en esos lugares ya hemos estado y vuelve a haber ahí decisiones y nuevos resortes que nos llevan a otros sitios semejantes al primero donde estuvimos... Y cambiar los resortes o las costumbres es casi imposible porque desactivas uno y aparecen diez...
Yo te propongo que me permitas cambiar mis resortes a tu lado. No los juzgues y no los pongas en cuestión. Y yo haré lo mismo por ti... Te permitiré cambiar, que hurgues en tu interior, que me ofrezcas otra versión de ti mismo y no la juzgaré...
Quiero que llegues a ser tú mismo conmigo... Que tu resonancia interna, eso que te hace vibrar, suene igual que tu resonancia exterior... Que te sientas uno sólo... Que no necesites buscar la respuesta porque ya la tienes dentro de ti...
Pero todo esto sólo funcionará si hacemos un pacto... Si hacemos equipo, si confiamos en el otro, si el respeto para dejarle modificar sus resortes existe.
La esfera que nos rodea ya no nos deja movernos. Esa esfera está construida con nuestros resortes más inamovibles. Crear una esfera nueva que nos cobije es lo más complicado pero es la única forma de continuar. Te ofrezco crear esa nueva esfera que nos permita ser tu nuevo tú y mi nuevo yo..."


Texto extraído del libro "Brújulas que buscan sonrisas  perdidas".

martes, 19 de marzo de 2013

Ausencia de motivos.

Todo tiene un final. Y no todos tienen por qué ser algo negativo. Lo mejor de los días duros, o difíciles, es cuando acaban. No por no tener que seguir soportándolos, sino, porque si te paras a pensar, te das cuenta de que has podido con ellos. Un año más. En verdad esté ha sido el más complicado de todos. No quiere decir que los anteriores fuesen más fáciles. Simplemente, aun me quedaba algún motivo para unirme a esa mayoría de personas para las que, vete a saber por qué, o quién, hoy está marcado en el calendario como un día especial. Mis motivos no están. Ni hoy en mi calendario lucia un círculo rojo. No me he arreglado para salir a comer con nadie. Ni lo he hecho para una cena especial. Por equis cuestiones, nuestros caminos se separaron. Eso no quiere decir, que no me duela celebrar el día de hoy. Me lleva doliendo cada día, desde hace mucho tiempo. Cada día. No solamente hoy. Pero aparentar ser fuerte, implica que nadie se preocupe por como te sientes realmente. Sé que hay decisiones que he tomado yo misma, que han hecho que ciertas direcciones fuesen contrarias. Y casualmente, esa parte, es la que menos me duele. El resto, los motivos que se han ido borrando en contra de mi voluntad, son los que más peso me aportan.
Pero ya no hay sol. En realidad, no lo ha habido en todo el día. Las nubes se han encargado de ocultarlo. Supongo que la luna permanecerá ahí fuera, con la vista empañada por las gotas de agua que durante todo el día se han encargado de cubrir el asfalto. Y ya nada obliga a seguir soportando este día. Por fin se acabó.





domingo, 17 de marzo de 2013

Absurda confianza.




Lo sabía perfectamente.
El transcurso del domingo no iba a tener un aire diferente.
Ni un segundo de desconexión para mi cabeza. 
Todo ese mismo tiempo para la ignorancia de su parte.
Para todo su pasotismo.
Debí de verlo antes.
Todo esto solamente era más de lo mismo.
Un absurdo juego de niños.
Ni si quiera eso. 
Ahora son menos cobardes.
Soy consciente de que he entrado al trapo.
De lleno. Como una absurda.
He querido confiar. Arriesgar.
Y porqué no, dar una oportunidad.
Está claro que soy la única que le ha otorgado el beneficio de un ¿y si sale bien?
a algo, que visto lo visto, no la merece.
De la misma forma, que no merece que le de importancia,
y mucho menos ninguna más de mis lágrimas.
Tengo mucho que dar.
Estaba dispuesta a hacerlo.
Pero hubiese sido un derroche...
Valgo para bastante más que
para ser un por si acaso entre un millón.

sábado, 16 de marzo de 2013

El resto del mundo sigue girando.




No sé cuándo, ni cómo pasó. No quiero entenderlo. Solamente me gustaría saber en qué momento y por qué, me convertí en tu vivo retrato. No es la ocasión de hablar de ello. Pero, sí de sus consecuencias. Ahora estoy aquí, tratando de comprender cuál es la razón que motiva a todo el mundo a decir "quítate el escudo, y todo será mejor". ¿Qué les lleva a mentir de ese modo? Dejarlo caer solamente implica desnudarme. Volver a ser yo. A preocuparme sin límites. Vuelvo a estar dispuesta a dejar el miedo de lado. Pero nadie viene a cubrirme del frío  Nadie viene a hacerlo más fácil. Nadie mira por mí. Y vuelvo a caer. A romperme un poco más que ayer. Pero eso da igual. Soy la única que lo pasa mal. El resto del mundo sigue girando.

viernes, 15 de marzo de 2013

Con todo para ti. Y nada a mi lado.

Transformar un sentimiento en texto, tarea complicada. Se vuelve en imposible, cuando se desconoce totalmente que se siente. Por eso me atrae(s) tanto. Me habla de grises, y después solo me da blancos y negros. Me descoloca. De la misma forma, desde el primer día. Extremos opuestos. Enfrentados. Fases sin compensación. Ni equilibrio. Llegó tomándose la libertad de romper mis esquemas. Esos que llevaban establecidos el tiempo suficiente como para convertirse en ideales a los que aferrarme. A los que no soltarme jamás. Pero llegó sin esperarlo. Como un soplo de aire en una tarde de Agosto. No pude hacer nada para evitarlo. Tampoco quería. Y entonces pasó. Que del todo, pasó al nada. Y es verdad que nunca hubo un todo al 100%, y que quizás si hubo señales de un stop. Pero eran gritos silenciosos. Ahora dice que sabe que quiere. Y que además lo tiene. Pero no es lo que transmite a tiempo completo. Quizás sí, y sea yo quién no sea capaz de hacerse a la idea. Pero no puedo hacerme a la idea de algo que no tiene sentido.





lunes, 11 de marzo de 2013

Sin querer ver...








No era habitual que le fallasen las primeras impresiones. Cuando algo/alguien no le entraba por el ojo, no solía equivocarse. Ella no entendía porque se empeñaba en dar oportunidades, si desde un primer momento hubo cosas que no le gustaron en absoluto. Bueno, puede que sí. Claro que sí. Estaba tratando de cubrir un vacío. Y no le gustaba entrar en ese grupo de personas que se refugia en otras para poder "olvidar". De la misma forma que no le gustaba sentirse culpable por algo, que sabía a ciencia cierta que no tenía culpa. De sobra conocía ese perfil de personalidad. Pero ahora, que la evidencia de un nada, era más que latente, resultaba imposible que su carácter fuese capaz de ocultarse y no dejase salir a la luz el desagrado ante ciertas situaciones. No podía evitar que le importase. Que le provocase dolor. No sabía cual era el mejor modo para no delatar su malestar. Ni siquiera había sido necesario un intercambio de opiniones. No había fluido una conversación. 
Él vivía en una ignorancia. Ignorancia con resquicios, por los que se dejaba entrever, con un alto grado de claridad, que no era tal el desconocimiento. Que sabía la existencia de un contexto lógico. Pero era mejor optar por lo sencillo. Hacer caso omiso. Era mejor evitarlo. Y sin darse cuenta, lanzaba piedras innecesarias, que sin quererlo estaban levantando un muro que marcaba la distancia. 


Él seguiría sin querer ver. 
Ella volvía a quedarse con la miel en los labios.  











sábado, 9 de marzo de 2013

No es orgullo. Es dignidad.

Si echo la vista atrás, a hace un par de años más o menos, quizás un poquito más, y hago balance de lo bueno y malo que me ha ocurrido en este tiempo, no tengo nada claro hacia que lado se inclinaría la balanza. Es verdad, que respecto, a lo que podemos llamar "profesional" he alcanzado todas las metas que me he propuesto, e incluso con resultados por encima de mis expectativas, y aunque hay una parte que aun está pendiente de un número, no deja de ser más que un mero trámite burocrático que tarde o temprano se solventará. Todo esto, es la parte que otorgaría a la balanza un equilibrio positivo. Pero, como siempre, hay una parte que ha salido mal parada, un poco catastrófica por así decirlo. Y es que, en lo "personal" no estoy acostumbrada a ganar. Todo me sale mal, o al revés de lo planeado. No he logrado alcanzar ninguna meta con éxito, porque siempre han ganado las piedras del camino. Puede, que esta sea la razón por la que rehuyo de mantener ciertas conversaciones, o por lo que dejo que el tiempo pase y se lleve consigo ciertos temas. 


No tengo las fuerzas, el valor o las ganas suficientes para comenzar un camino nuevo sin rendirme ante la más mínima turbulencia. Si doy, quiero recibir, al menos un gracias. Y si no recibo, que sea por un motivo justo, no que de la noche a la mañana desaparezca todo. Quiero tener cierta importancia, determinados privilegios, no ser una más de las muchas del montón al que recurrir cuando convenga. Hasta el más mínimo tropiezo me da miedo, me provoca abandonar la situación y alejarme. No quiero derribar muros, poner buena cara sin motivos, avanzar por un camino en el que quizás, sea la única que vea la meta de cierto modo. No quiero emplear mi esfuerzo y después quedarme con cara de gilipollas por perder una vez más. Puede que esto no me lleve a ningún lado, o quizás sí, pero no estoy en el momento indicado para quedarme al lado de alguien cuando veo claramente que no me necesita. Ya he sido el juguete que siempre ha estado perenne para cuando ha interesado a la otra parte durante muchas veces, y no quiero que se repita una vez más. De la misma forma que vino todo, se ha ido. Y no voy a ser yo quién de más pasos, cuando he dado suficientes y se les ha hecho caso omiso o simplemente se han ignorado ciertos detalles que valían más de lo que aparentaban. Egoísta o no, no voy a hacer nada que no sienta.  No es orgullo. Es dignidad.



jueves, 7 de marzo de 2013

b r o k e n d r e a m s



No es malo hacerse ilusiones. La raíz de todo lo malo que ello conlleva, radica en hacerse ilusiones teniendo motivos suficientes para que estas fluyan, y que después, en un momento dado, todos esos motivos desaparezcan. Sin razones aparentes. Es una encrucijada en la que las hipótesis se amontonan, formando una pila de argumentos, que antes o después caerán. Lo único que tengo claro, es que no estoy hecha de una pasta capaz de revivir historias que abren antiguas y nuevas heridas. 





martes, 5 de marzo de 2013

viernes, 1 de marzo de 2013

Creo, que podría definirle como la persona que más he querido en el mundo.

Diversas ideas pasean a sus anchas por mi cabeza desde hace días. Ninguna toma una forma concreta. Son tan abstractas que parecen fantasmas procedentes de una realidad paralela. Todas giran en torno a un tema. Dan vueltas, con sus cadenas incluidas, provocando un silencio punzante. Sigue ahí. Vaga por mis pensamientos. Por mucho que quiera evitarlo, su ausencia, aún me duele. Y admiro su capacidad de olvidar. De dejar atrás y avanzar. O al menos, de poder continuar, sin aquellos días en los que era imposible concebir unas horas distanciados. Creo, que podría definirle como la persona que más he querido en el mundo. Y no me refiero a un querer enfermizo. Porque la enfermedad... es esto. Que ahora no está y el dolor nadie lo calma. Su ausencia quema. Y las agujas del reloj ya no avanzan marcando un futuro a su lado. La forma de quererle, era y es, algo que nadie más había provocado. Se convirtió en un experto en sacar lo mejor de mi. Capáz de poner color hasta a los asuntos más grises y de hacerme sentir orgullosa de él. De mi. De nosotros. No me importaba tocar fondo pasa posicionarme en el subsuelo antes de que él cayese. Levantarle era lo más bonito del día a día. Trepar por su dolor y plantarle cara a sus miedos, por muy oscuras que fuesen sus fauces. Y si hay algo que jamás podré borrar de mis recuerdo, es su mirada aquél día. Dejó todo, y con sus ojos me dió el abrazo más bonito del mundo. El muro que protegía su corazón, terminó hecho pedazos en el contenedor de la avenida del pasado. Se abrió un camino hacia la plaza del presente, con billete a un futuro mejor. Pero ese día. también fue el último, en el que existió un nosotros. Ahora... no tengo nada. Por que los buenos días ya no suenan de la misma forma aunque salgan de la boca más perfecta, y los besos de buenas noches, solo sabe darlos él. No tengo esa tranquilidad que me transmitía cada milésima de segundo. Tampoco ese brillo en la mirada que provocaba cuando me anteponía ante todo. Algo se rompió y lleno de grietas el presente. Tengo un abono constante a echarle de menos. Y ahora la que tiene miedo soy yo.



jueves, 28 de febrero de 2013

Somos ríos.


- Dime qué ves a tu alrededor.
- Gente - comienzo titubeante, animado enseguida por su sonrísa -. Mesas, sillas, fuera veo la calle y a los mendigos... Es eso, ¿no?
- Sí, sí. Eso es lo que ves, pero hay algo más. Está lo que pasa por en medio... Esa gente está unida por relaciones, muchos se han amado, muchos apenas se conocen, algunos de ellos se han cruzado en una calle de Atenas, pero no se han dado cuenta. Y también los muebles tienen una historia que muchas veces nos atañe más cerca de lo que creemos. Esa gente a la que ves en la calle te revela más de ti mismo de lo que puedes descubrir en tu mente, aquí en medio fluye la vida como un río. Nuestra vida es un río. Nace en la cumbre de las montañas, al principio no es más que un arroyo helado, agua que fluye bajo tierra o entre las piedras. Luego el arroyo se ensancha, se parte en una pequeña cascada y después encuentra su camino en un canal donde el agua fluye turbulenta. En la primera parte de su camino, el canal recibe muchos afluentes, antes de convertirse en un río en toda regla. Muchas veces, al principio, fluye impetuoso entre las rocas y los árboles por entre las montañas, antes de encontrar su cauce, por el que se extiende y prosigue lentamente hacia el mar, uniéndose a otros ríos, allí donde todas las historias se cruzan. Tú eres un río, y la pregunta es: ¿en qué punto del río estás? Si sabes atender a esa pregunta, hallarás la respuesta que buscas.


Si estuvieras aquí.

jueves, 21 de febrero de 2013

Heridas abiertas.

Hay ocasiones, en las que la vida te ofrece nuevos caminos. Eso hace, que comiences a creer que el tiempo te ha ayudado a olvidar. A curar heridas y decides darte una oportunidad. Vas bajando el escudo. Cedes. Incluso más de lo que deberías. Hasta te atreves a dar algún paso sin pensar en que puedes volver a tropezar con el mismo tipo de piedra. Y cuando sucede, cuando no hay ningún manto de algodones y te das de bruces contra el asfalto, es en ese momento cuando descubres que no. Que no solo no se han cerrado las heridas, sino que se han vuelto a abrir. Que son tan profundas, que de nuevo el dolor es insoportable. Vuelven los miedos los fantamas a susurrar cada noche bajo las sábanas y la inseguridad se vuelve parte de la rutina diaria. No quiero más golpes. No estoy preparada para revivir historias que alguien ya coronó.

lunes, 11 de febrero de 2013

Dejarme empapar por la indiferencia.

No creo en las casualidades. O en la sucesión de hechos consecutivos con un nexo en común. Llámalo como quieras. Todo, pasa por algo. El caso, es que ya van unos cuantos seguidos. Y no me gusta, porque el problema se vuelve a repetir. Ya no dolía. Estaba ahí, pero como ausente. Pasaba desapercibido. Y ahora, otra vez me doy cuenta de todo. Nada a cambiado. Y para ti sigue siendo indiferente. Es bueno que el tiempo cure todo. Que borre lo negativo de las historias. Lo peor, es que también borra lo bueno. Y de eso, me queda muy poco. Los recuerdos de lo positivo, cada vez son más difuminados. Más transparentes. Menos claros. Están ahí, pero en un segundo plano. De serlo todo, están pasando a ser nada. Lo malo, es que todo esto no me provoca dolor. Si fuese así, sería mucho más llevadero. Al principio, el dolor hace mucho daño, es como sí te rompiese el alma de repente. Sin esperarlo. En un millón de trozos diminutos, imposibles de encontrar para tratar de recomponerla. Sientes que vas cayendo al vacío, como si te lanzasen por un precipicio, sin frenos y sabes que el final va a doler mucho más aún. Pero ese dolor se acaba pasando. Lo malo, es que todo esto me provoca pena. Y la pena se va adueñando de ti y es muy difícil deshacerse de ella. No tiene remedio, y es algo que se queda ahí. No desaparece. Lo peor de todo, es que sé, sabemos, que en el fondo, tengo razón. Pero creo que es hora de ponerme el caparazón, y volverme inmune. Evitar que me afecte. Aislar cualquier tipo de sentimientos, guardarlos y no dejarlos fluir. Dejarme empapar por la indiferencia. No veo otra posibilidad. 



miércoles, 6 de febrero de 2013

el no, realmente, puede que sea un sí.

Tengo la mala costumbre, de aferrarme a todo lo negativo de una forma inexplicable.
Parece que me atrapa. Me embauca. Me nubla la vista, la mente y el alma.
Hace que le otorgarle a todo lo malo, una importancia sobrevalorada.
Algo que realmente no merece. Como cuando le das todo a quién después te da nada.
Provoca que deje escapar todos esos pequeños detalles que realmente existen. 
Los que el pesimismo hace que pasen inadvertidos.
A la mínima piedra que me encuentro en el camino, abandono el viaje.
No quiero volver a tropezar. Si hay trampas, yo, desisto.
Hasta ahora, realmente no he encontrado un punto de inflexión en el que apoyarme.
Una referencia, en la que confiar al cien por cien, y fijar mi meta.
He continuado todos los caminos empeñándome en que si es no, ya no hay vuelta atrás.
No he buscado más alternativas. No he pensado si quiera en su existencia. 
Pero quizás, si me abro camino entre toda esa niebla que cubre el horizonte,
puede que  me encuentre con algo diferente a lo que percibo en realidad.
Puede que lo que realmente deba hacer, es ir recogiendo todas y cada una de esas piedras.
Construir con ellas un espejo que me refleje todos esos puntos positivos.
Esos que me hagan ver que el no, realmente, puede que sea un sí. 



domingo, 3 de febrero de 2013

como un torbellino

Llega y arrasa con todo. Me invade. Borra cualquier rastro de mis esquemas preestablecidos. Es como un torbellino que hace que la bipolaridad se instale en mi. Tan extraño y poco común que me saca de mis casillas. Y me engancha a la vez. Tanto, que cuando el reloj debería ir deprisa, va más lento que nunca y cuando debería pararse, va a la velocidad de la luz. Nada es real. Todo son meras conclusiones que provienen de un tiempo muerto. Un paréntesis que se llena de dudas y miedos. Quisiera no perder este tren. Que alguna señal me hiciese discernir un claro "vas por buen camino, ahora sube y no te bajes". Pero de momento solo hay brumas que me impiden distinguir cuales son las armas que debo emplear. Perder, no creo que pierda mucho, más bien nada, porqué aún no tengo nada. Pero ganar podría ganar bastante más de lo que estoy acostumbrada a obtener a cambio de poner de mi parte. Habrá que esperar. Pulsar el pause y tener eso, que llaman paciencia y yo llamo incertidumbre. Puede que la única forma de alcanzar esa seguridad y esa firmeza de no estar equivocándome, solo pueda conseguirla dejándome llevar por la suerte y arriesgándome a hacer caso a lo que, a cada momento sienta.



viernes, 1 de febrero de 2013

Al otro lado.


Me he cambiado al otro lado.
A ese, en el que lo único que está permitido es
valorar lo positivo y mantener la sonrisa.

martes, 29 de enero de 2013

(mis)Contradicciones.

Si hace viento, quiero tranquilidad. Cuando no sale el sol, me agobian las nubes, pero si el cielo está completamente azul, repleto del brillo del sol, quiero que empiece a llover. Y que no pare. Me relaja escribir. Transformar sentimientos en palabras. Al menos intentarlo. Igual que me encanta dejarme atrapar por ese clase de textos que hacen volar la imaginación, enriquecen tu mente. Pero por mucho que me atraigan las palabras, no hay nada como la seducción que puede llegar a provocarte una mirada. Estoy cansada de luchar, pero un inmenso imán  me lleva a lo complicado. Lo difícil. Arriesgado. Es una atracción de las que atrapan, ilusionan, pero destruyen a la vez. Si me das diez, quiero vente. Aunque yo después te de cincuenta, y siga queriendo más. Puede que bajo todas estas contradicciones esté la inseguridad que poco a poco fue creciendo, de la mano de la desconfianza. A la par. Al son del miedo a confiar de nuevo y la rabia de no querer agrupar a todo el mundo en el mismo saco. Pero sigue habiendo luces que me dicen que no estoy loca. Que no pasa nada por seguir soñando, que es posible volver a remontar el vuelo y conseguir objetivos. Todos. O al menos, permitirme acciones, sin temor a las reacciones.



domingo, 27 de enero de 2013

soñar con un tal vez...





E ilusa de mi, disfracé mi intuición de inocencia
y me permití el caro lujo de soñar con un tal vez.