martes, 25 de junio de 2013

De él dicen...

...que pone todo en su sitio. Que todo lo cura. Que con él todo llega. Que cuando estás agusto, pasa rápido, demasiado quizás. Y que si hay algo que esperas, pasa lento. Como si no avanzase. Que es el único que tiene respuesta para la mayoría de nuestras dudas. A veces, todo está en sus manos, en las del tiempo. Ese, del que tantas cosas dicen y al que pase lo que pase, nos aferramos como si fuese ese aire fresco que de el empujón necesario para continuar. Y no me da miedo él, ni su paso. Ni tampoco me das miedo tú. Me lo doy yo y que, con su paso, la coraza se endurezca. Ser capaz de dejar que todo cambie. Eso me aterra.

viernes, 21 de junio de 2013

...y continué.

Imaginando que estabas. Al igual que mis fuerzas. De echo, les dabas motivos para renacer. Pero ahí estaba mi cabeza, recordándome que este camino no nos lleva a ningún sitio con la carencia suficiente de cordura, como para ser nuestro lugar...

viernes, 14 de junio de 2013

Soñé...

...que no quedaban demasiados espacios vacíos en la cama. Que no había alarmas y lo que me despertaba eran las cosquillas que tus dedos provocaban en mi ombligo. Sin embargo, cuando salió el sol, y abrí la puerta, no había ningún aroma a café recién hecho que inundase el pasillo. Tampoco nadie le había dado un mordisco a mi tostada. Ni si quiera estaba hecha, ni en la puerta de la nevera colgaba un papel que dijese "buenos días princesa". Los "te quiero", también se esfumaron con la noche. Ahora prefiero dormir. Al menos, en aquella realidad, aunque falsa, no se piensa.

sábado, 1 de junio de 2013

Más de lo que tienes.

Sabes que no tienes más que su cobardía y su falta de entrega. Aún así, a pesar de que manifiestas ser contrario a ciertos principios, continúas arriesgando. Tanto, que las piedras del abismo comienzan a precipitarse cada vez a mayor velocidad y tú, no sólo no te das cuenta, sino que avanzas en la misma dirección. Hacia un pozo, que dejame decirte, creo que no puede traer demasiadas cosas buenas, si el precio principal de la apuesta, son tus propios sueños. No sabe lo que pierde. O quizás sí. Pero mereces más que ganar una parte. Mereces triunfos completos. Las medias tintas no están hechas para el nivel de tu corazón.
Y déjame decirte también, que varias de las dudas que planean por tu cabeza, son las mismas a las que otras cabezas no paran de dar vueltas cuando, en lugar de continuar avanzando, decides retroceder frente a otros ojos.
Más de lo que tienes, eso es todo lo que deberías tener claro que mereces.