martes, 31 de diciembre de 2013

dosmilcatorce.



Una vez más a vuelto a llegar el día de hacer un balance sobre lo vivido los anteriores 364, y sin quererlo, esta mañana me preguntaba ¿y si este resumen o balance lo hiciésemos a diario no nos iría mejor?
Sinceramente creo que sí, y sobre todo hoy, que se acaba un año en el que si pongo las cosas sobre una balanza imaginaria, indiscutiblemente se inclinaría hacia lo malo, pero no voy a hacerlo porque ha sido un año en el que sobre todo, he aprendido a no dar importancia a lo que o quienes no la merecen.
Realmente y a modo de paréntesis, me encantaría ver la reacción de esas personas que sin ningún motivo decidieron apartarse de mi vida en el 2013, ¿serán capaces de mirarme a la cara? yo sí, les aguantaría la mirada, y no a modo reto, sino impaciente por ver hasta donde puede llegar su imaginación a la hora de inventar excusas, ¡sería tan divertido!  
Y por supuesto, hoy también es el día de las personas aficionadas a quedar bien, esas que ya practicaron el día de navidad, las mismas que no te hablan en todo el año, pero oye en navidad y nochevieja, te mandan mensajes, deseándote lo mejor y dándote las gracias por blablabla y me da taaaanta pereza tener que seguir el juego que ya hasta me aburre, así que quien no reciba mensaje por mi parte, que se vaya acostumbrando ^^
Pero ante todo, del 2013 me quedo con las tardes de los sábados llenas de juegos y risas con mi pequeño diablillo, con las interminables noches de charla con mi princesa y con esa parte del Norte que siempre ha confiado en mi y que siempre me saca una sonrisa pase lo que pase aunque me deba una cantidad de sueldos interminables, y claro que ha habido un montón de cosas más, amig@s que siguen ahí, y nuevos que llegaron sin pensarlo, mi retra y la complicidad, mi pequeño estudiando madrileño que puede con todo y desvaría como nadie, mi maru que nunca me suelta de la mano, sobra deciros que las gracias se me quedan pequeñas y que os quiero millones, proyecto aprobado, una nueva etapa, nuevos compañeros, superar miedos, volver a encajar... y etc muchas cosas que van calando y acabarán pesando más que todo lo malo.

Un año más, Él puso la banda sonora y creo que por mucho tiempo, serán mis lemas diarios. 
¡Feliz año nuevo!





jueves, 19 de diciembre de 2013

¿Para qué?

¿Para qué mentir? Me cansé del lado hacia el que siempre se inclina la balanza.
¿Equilibrio? No es tan difícil.
Quién quiere de verdad, no sólo lo hace. También lo demuestra.
No hay más.

martes, 17 de diciembre de 2013

Por un momento...

Escribiría tantas cosas que me quedaría vacia. Pero la gran mayoría de las ideas últimamente no pasan de eso. Ideas que se quedan en el tintero de mi cabeza porque nacen en un momento inoportuno o porque el miedo les intimida. Realmente no puedo asignar un miedo concreto. El miedo a perder no tiene ningún sentido cuando no tienes que perder porque no tienes nada... Pero aun hay momentos en los que me siento demasiado pequeña, y no hay presencia alguna de ese valor que te empuja a comerte el mundo.
No puedo hacer como que no me importa algo que en realidad me ha dado vida...
Pero debería pararme un segundo y por un momento pensar en mí...

martes, 3 de diciembre de 2013

Justo ahí.


Cuando todo es un bucle, pero sin principio, ni fin. Ese punto, en el que te echo de menos y no sé porqué. ¿Por qué me adentré en esta encrucijada? Puede que haga mal en no tirar. La cobardía nunca ha sido mi fuerte, pero ¿y tú? Si no me buscas, tengo una respuesta clara, pero tampoco puedo valorar tu forma de actuar. Ese punto en el que vuelven los miedos, y vuelve el hacerme valorar. Ese punto en el que todo vuelve. Sin principio. Sin fin.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Noches de Diciembre.

Me conciencé de que no estabas.
También de que no vendrías.
Y ahora que ha llegado Diciembre
el frio se ha vuelto mi fiel compañero.
Aún así, dile a mis ganas,
que dejen de esperarte.
A mi cabeza que deje de pensarte.
Hazle entender a mi piel,
que la tuya jamás se estremeció
de la misma forma.
Que para ti los gestos no eran nada.
Consigue que mi corazón entre en razón, que yo, una noche más, me abrazaré al frío, para susurrarle, que estoy cansada de esperarte.