Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal, o cual relación, pero al final, volverá a pasar lo de siempre... que en un momento dado, saltará en pedazos. Como tantas otras veces. Porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de ante mano. Asi que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures. Así sabríamos de antemano cual es la fecha del final, y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque... si lo piensas... lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que está vez sí, ese yogur, pueda conservarse para siempre.

La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
dios mio , sabes que me encanta asi que , qe te voy a decir!
ResponderEliminarte amo
Me gusta tu blog, te sigo:)
ResponderEliminarwww.fabrica-de-ilusiones.blogspot.com
prefiero no saber lo que pasará mañana porque asi es la unica forma de vivir plenamente el hoy
ResponderEliminarsaludos
http://dalecalor.blogspot.com
yo no era muy de los hombres de paco pero... me encanta!
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