lunes, 28 de febrero de 2011

¿Serías capaz?

Supongamos que pongo frente a ti esto. Sí esto, unas cuantas hojas en blanco y un boli. Y te digo que empieces. Que llenes el papel de porqués, que desgastes la tinta del bolígrafo a base de razones, lógicas por supuesto. ¿Serías capaz? Las razones ilógicas ya las he encontrado yo, una tras otra, perfectamente. Y de ninguna manera logró encontrar un orden dentro de esta maldita mierda. Ahora sé, que jamás te has parado a pensar en la consecuencia de tus actos... estas completamente ciego o te sabes hacer muy bien el bobo, una de dos. Aun a estas alturas, me sigo negando a creer lo más ranozable, para ti solo es un juego. Todo al alcance de tu mano, siempre, y si no es así... si no es así, sigues comportándote de la misma manera. Es tan fuerte tu afán de protagonismo, de egoísmo, que te pierdes... y me arrastras a mi. Pensé que estaba todo zanjado, que había logrado encontrar el punto medio, pero cuando alzo el vuelo vuelves a buscarme... tengo la solución en mis manos. Pero no soy capaz... por muy pedida que este, por mucho que me cueste entender, me sigue pudiendo el miedo a tomar medidas y no tener nada de ti.







...tal vez fui yo quien se olvido de ser feliz y fuiste tu quién se cansó de sonreir. Quizás la flor estaba muerta de reir, tal vez la culpa es de los dos, pero el castigo es para mi...

martes, 22 de febrero de 2011

No me sueltes.

Si hay algo de lo que esté completamente segura, es de que detrás de todas las pruebas que te planta la vida, hay un por qué. De que para todo, hay una razón. Y aunque a veces me pierda y en lugar de plantarle cara a esas pruebas, me deje ganar el pulso, todo eso es totalmente recíproco a la seguridad que me provoca el tener claro que las pruebas sirven sobre todo, para comprobar la transparencia de la realidad. Y he podido comprobar que tras problemas, distanciamientos, fallos, equivocaciones... si la base de la relación, no importa el tipo de relación que fuese, era verdadera, las pruebas, trampas, o pulsos que te planta la vida, se quedan reducidos al más insignificante punto. Y es que, no he podido sentirme totalmente identificada con estas palabras: "¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué estoy tan insegura? Yo antes no era así. Antes confiaba en la gente y en mi. ¿Qué me ha pasado?" ... creo que la misma respuesta sirve para todas las preguntas. Hemos crecido, y el crecer no solo implica cambios, sino también miedos, e inseguridades, porque el perder ahora algo o a alguien, no lleva consigo las mismas consecuencias que cuando eres un niño. En esos momentos la importancia que se le da a las cosas y a las personas que nos rodean es totalmente insignificante al compararla con la importancia que podemos darle ahora a cualquiera de esos temas. Y es que, cuando eres un niño, a la media hora has sustituido ese capricho, pero ahora no son caprichos, son realidades. Todo cambia, y si el camino que has ido recorriendo hasta llegar al punto en el que te arriesgas a perder, te ha ido plantando cara, te hace fuerte y débil a la vez... provoca inseguridad, miedo a perder, al vacío, a más dolor... y sin quererlo nos volvemos egoístas, no queremos que nadie vuelva a tocar esa parte de sensibilidad... y si lo hacen, la coraza se hace tan fuerte que en lugar de disfrutar, sufrimos. Es totalmente imposible que el crecer no este relacionado con ese dolor, dolor que a veces nosotros mismos nos provocamos, por no darnos la oportunidad de ser como queremos ser. 












PD: Esta entrada hoy va para ti. Porque cuando te necesito no tengo que llamarte, ya estás ahí. Porque sé que cada palabra la entenderás al pie de la letra. Porque para nosotras ya nada volverá a ser como antes, pero no me importa, Bob seguirá siendo siempre nuestro aliado. ¿Sobra decirte todo lo que te quiero no?

domingo, 20 de febrero de 2011

Si no... déjame irme.

El aire que entró por la ventana fue el único culpable de que la situación llegase a aquél extremo. ¿Si las cosas ya estaban claras, si todo estaba tan bien...? El desorden se adueño del entorno, el empeño comenzó a llenar los días, en los que eran más numerosos los no resultados que los resultados. Dije que no quería cuentos. La pesadez se mastica en el ambiente. No lo entiendo, sigo sin encontrar el porqué aquel día decidí dar paso a lo que insaciablemente repetí que jamás volvería a pasar. Y ahora.. las dudas campan a sus anchas bajo en destartalado cuarto  que guarda las noches en tu compañía. Si van a seguir pesando más los mínimos detalles, tenlos más a menudo, si no... hazme un favor, es sencillo, déjame irme.

Errores.

Pudiste tener a tu alcance más de lo que jamás mereciste. ¿Sabes? Creo que en más de una ocasión me equivoqué, que si solamente yo veía cosas donde el resto del mundo apreciaba lo contrario, tal vez era porque realmente no existían. Pero no te preocupes, no eres la única persona que comete errores. Todos lo hacemos. Y no me arrepiento de haber tratado de tirar de algo que jamás hubo por donde agarrar, porque solamente eran espejismos, palabras... de esas que se van arrastradas por el viento que revuelve las últimas horas de la tarde. Ahora ya he podido apreciar la realidad de todo esto. Es lo que implica el ser persona, que te equivocas. Pero ahora ya no seré yo quién esté detrás de los errores, para contar solo en los días malos o los días de aburrimiento. Ya no seré yo la que rebusque sonrisas de quienes critican cometiendo el grave error de faltar al respeto. El círculo se ha ido cerrando. Me niego a seguir haciendo por hacer, por quedar bien, por evitar... A mi también me duelen las cosas. Yo también echo de menos. También necesito que me saquen sonrisas y me hagan sentir bien. Me he cansado de las muchas palabras y de los pocos hechos. Se acabó el preocuparme por quienes no lo hacen ni si quiera por ellos mismos. Me he cansado de rodearme de caprichos y egoísmos... no pienso seguir por ese camino. Me niego.




So you turned into a ghost right in front of my eyes
Tell me what's a girl to do when she's crying inside?
I'm about to go and say
I'm jumping off this train
Whether wrong or right, I'll be gone by night



sábado, 19 de febrero de 2011

Entre andenes.

Preguntas difíciles a las que ofreces respuestas que hacen todo mucho más fácil. Es inevitable que por momentos el miedo quiera jugar, hacerse dueño de la situación. Que nos pese el pasado. Que perdamos verticalidad y el precipicio bajos nuestros pies se vuelva profundo. Que al mínimo obstáculo reculemos más del punto del comienzo. Pero no todo es negro. Sin pensarlo dimos paso a los momentos grises en los que dejamos paso a las risas y a pequeños detalles que fueron ganando espacio, e invadieron el espacio. Pero somos humanos y en algunos puntos se nos fue de las manos, y sin pasar por el gris, todo se volvió negro. Pero eso ya no importa. Es momento de bajar la guardia.










Que sí, que yo también te echo de menos, que el tren ya no se irá de nuestras manos.

Yo no quería...




















... pero dime... 
¿ahora como lleno este vacío?

mirabiosa*

Muchas cosas, momentos, días... hubiesen perdido el sentido. Hubiesen formado parte del pasado, de los recuerdos que se quedan en el cajón, en las cajas que guardan secretos. Pero es pasado, presente y es futuro. Imprescindible, necesaria, lianta, el apoyo diario. Cuando digo que compartimos todo, es porque con ella no hay secretos. Muchas cosas han cambiado. Quizás más de las necesarias, no me importa. Poco a poco abro los ojos. Me doi cuenta de como es la realidad. De que duele, pero no de la misma manera que antes. Que las cosas han cambiado, todos lo hacemos. Pero lo que empezó siendo de verdad, lo será para siempre. Que no somos raras. Tenemos la cabeza en nuestro sitio, aunque a veces las cosas se nos vayan de las manos. Somos caprichosas sí, pero con los pies en la tierra.

lunes, 14 de febrero de 2011

Mi te quiero, hoy es para ti.

Siempre, son más que siete letras, es más que una palabra. Es lo único que puede definir y resumir el lugar, momento y hora en la que podrás buscarme cuando me necesites. No hace falta que me grites para llamarme, si te mirase a los ojos todos los días sabes que conmigo las palabras te iban a sobrar. Ni tu, ni yo, ni nadie... es capaz de saber que pasará mañana, o dentro de unas semanas. Ni tampoco necesito que pase nada, para decirte todas las veces que haga falta que abras los ojos, que seas capaz de mirar ahí detrás, sí, detrás del escudo que protege a los grandes como tú. Y si no, échale un vistazo a uno de tus regalos de reyes, al menos material de todos, al que con un papel y boli te dije que hicieses caso siempre que necesitases un abrazo y estuviese ahí contigo para dártelo. ¿Sabes? ahí algo que no te gusta que te diga, nunca me has dicho que no te gusta, pero lo sé, se te nota a la legua, no te gusta porque necesitas oírlo de verdad, sin que duela, y creo que en parte he sido un poco culpable de que hayas aprendido a decirlo, aunque eso signifique dejar la cabezonería y el orgullo de lado, ¿pero sabes que? te quiero, y eso nunca, va a cambiar. De la misma manera que no va a cambiar, que siempre voy a estar aquí, para que nos riamos de todo cuando sea necesario, para echarte otra bronca más o para llorar juntos si me lo pides. Nadie puede tener un elemento mejor que tú y nunca te cambiaré por nadie.



El tiempo va vagando
la vida va cambiando
por mas que todo cambie
yo seguire a tu lado

Sentir que siempre hay algo

por lo que andar luchando
sentir que lo que siento
es algo tan humano

domingo, 13 de febrero de 2011

Transtornos en el guión.


No le busco el sentido a lo que hoy puedan expresar mis palabras, eso es algo que se perdió hace demasiado tiempo. Busco soluciones a motivos transparentes y respuestas a preguntas, que sé que mañana serán diferentes. He aprendido a controlar, a mantener la mente fría ante situaciones en las que era necesario actuar con dos dedos de frente, mientras la otra parte ha vivido siempre al limite. He tomado desde el primer día, sin saber porque, el rol de la parte responsable, he ignorado palabras que se han quedado solo en mi cabeza, ganas que se han quedado solo en eso... en ganas sin final feliz, al menos para mi. Y cuando controlaba la situación, ocurren cambios, hechos, que vuelven a despertar todo ese torrente de miedos, e inseguridades, que despiertan algo que nunca debió tener un lugar en este tiempo. Tiempo que siempre dije que me acabaría dando la razón, porque la realidad era algo obvio, que tu decidiste ignorar. Pero ahora ese mismo tiempo me hace volver a buscar respuestas, pistas, que me indiquen por donde seguir el camino. Que si me planto no sea un motivo de fallos, y que si continúo o hago caso a los impulsos, no sea motivo de mayor cúmulo de daños. Y es que a pesar de que toda la razón la tienen quienes piensan que deberías besar el suelo por el que yo paso, y de que me duela que tengas todo y a todos en cuenta menos lo que debes y a quienes debes de tener... sigues siendo ese maldito punto de referencia que me sirve de aliento para conseguir las metas que me he llegado a proponer, el equilibrio entre mi realidad y mis sueños. 



sábado, 12 de febrero de 2011

Happiness

Sientes que lo tienes todo, pero que a la vez estas arriesgando y luchando por algo que no te va a dar ni la mitad de lo que estas poniendo tú, pero eso no importa, las cosas no se hacen por lo que puedas recibir, si no porque te sale, te apetece, y llega un momento en el que recibes... pero de un modo que no te acaba de llenar, y en parte hasta te sientes mal, te sientes como el pelele del momento, mientras se ríen a tu costa y decides cambiar de actitud... es entonces cuando ves si realmente había algo que mereciese la pena, y a la vez, descubres que no te hacia tanta falta como pensabas, que cuando ocurren cosas verdaderas, como por ejemplo la recompensa por todo tu esfuerzo puesto por las metas que quieres conseguir, o tener entre tus manos un billete que te llevará, no muy lejos, pero que por unas horas te aportará todo eso que tanto echas de menos, es cuando realmente rozas con la punta de los dedos el significado de la palabra felicidad.

martes, 8 de febrero de 2011

Fuera de la enfermedad de la adolescencia.



Voy contigo, mañana sin ti,
a lo mejor, quizás ¿Quién sabe? Buen humor
¿Y si el amor, 
acompañado de dudas fuera el mejor?
¿Y si esa duda nos uniera a los dos?
No es idílico lo que tenemos, es ciencia,
tu y yo sumaos superamos la audiencia,
cárgame la pilas con un beso de urgencia,
fuera de la enfermedad de la adolescencia,
he visto nuestra vida en un plano secuencia,
y es lo mejor de to’ la existencia ,
tienes lo que vine buscando 
todo este tiempo atrás,
algo que me saca del pozo de la infelicidad.
El dominio del Hip Hop, lo tengo,
el dominio de ti no, y lo entiendo,
tampoco lo pretendo, sabes?
Aprendo, tengo habilidades.

domingo, 6 de febrero de 2011

Que me aburrí de los grises.

Ella siempre me dice que me necesita. Que nuestras conversaciones siempre le hacen ver todo desde otro punto de vista, que le ayudan a tomar decisiones. Pero es que eso, es algo de las muchas cosas que compartimos. Yo también la necesito a ella, y a todas sus rayadas, en tan solo diez minutos que nos pasemos contándonos todas esas cosas que nos ahogan, me hace abrir los ojos, me hace ver, que quizás no está todo cortado por el mismo patrón. Y yo a ella siempre le digo que no se deje ganar por el miedo, que siga hacia adelante, que todo pasa por algo, pero es que esos todos tan complicados son como imanes para nosotras. Nos arriesgamos siempre, hasta tal punto, que sin saber como ha sucedido, tenemos la rutinaria costumbre de acabar abajo del precipicio. Nos encanta correr, la aventura, el riesgo. Somos caprichosas, queremos algo y no paramos hasta conseguirlo, o hasta que ese algo... nos demuestra día a día que es mucho más fuerte que nosotras. Y es que hay metas en la vida, que son mucho más complicadas que hacer una bandeja de pasteles, que abrir una tableta de chocolate y comerte hasta el último de los cuadraditos... Buscas conseguir eso que te falta y vas probando... pero el probar implica equivocarte, sentirte confusa. No saber si actuar o parar los pies. Si eso que te ofrecen es lo que buscas y a quién buscas, o tan solo es un mínimo de cariño al que te aferras, para no perder también esa partida. Lo siento. No estoy segura, y es que hay algo dentro de mí, que me dice que no quiero medias tintas. Que lo quiero todo o nada. Que me aburrí de los grises, y si surjen pequeñas dudas, quizás sea porque simplemente la historia se repite, y solo eres un gris más de la lista, y es entonces cuando me doi cuenta de que prefiero arriesgarme a seguir perdiendo. Y que de momento me quedo con todas las puertas que he sido capaz de cerrar, por muy pesada que sea la soledad. 




Ríos de gentes cruzan las calles a contrarreloj, 
mientras vuelve a esconderse mi buena suerte 
y te digo adiós sentada al borde de esta cornisa de hormigón y extrés, 
al sur de la razón y la luz. 
No, ya no tengo fuerzas ni valor. 
No, ya no sé como vivir sin ilusión, 
y aunque a veces juegue a detener el tiempo, 
nada cambia bajo el sol, 
nada cambia en mi interior. 

viernes, 4 de febrero de 2011

Frágil cristal.

Echo de menos tener las hojas de la agenda llenas de colores recordándome los cumpleaños, pero no lo echo de menos de la misma manera que las risas de aquellos días, el interés que se asomaba al calor de las tardes de invierno. Hoy ha salido el sol y todo ha ido bien. Ayer el día se acabó dejándome un buen sabor de boca, y es que a pesar de todo, sé que no he estado tan alejada de lo que hoy pretendes esconder detrás de ese muro de acero que lleva siendo tu compañero tanto tiempo. Sin embargo la sensación de no encontrar la manera de derribarlo se hace cada vez más latente. No busco un porqué, sé que no lo hay, porqué esto es de ese tipo de cosas que suceden sin más. Me he dado cuenta, de que sin quererlo, algo que empezó como un juego ha terminado siendo algo diferente. Cambiaste mi rumbo. Le diste sentido a todo eso que buscaba un lugar y en momentos de rabia, al ver que tu también caías en la trampa llegaste a compartir los secretos que mejor guarda ese muro. Hoy por dentro me encuentro más perdida que nunca, pero por fuera sonrío y pienso en las inmensas ganas que tengo de que te des cuenta de que quizás, te estés perdiendo algo que merezca la pena. Intenté cuidarte como al más frágil de los cristales. Te mostré cosas muy especiales para mí que dejaste de lado, de la misma manera que ahora me estás dejando a mí, y si tu me hubieses ofrecido la mitad de la mitad de todo eso, lo hubiese guardado bajo llave para que ya no se pudiese escapar. Porque si te hablaba de aquello que no querías mostrar era porque me importaba, igual que me importa que las cosas se queden así, pero es que veo que si no muevo un dedo, por mucho que digas, a ti te da igual el camino que tome, la manera en que me vaya. Pero estoy cansada de dar pasos y encontrarme con desprecios. No puedo asegurarte como acabará todo esto, pero necesito escribir para dejar fluir mis pensamientos. Sé que aun una parte de mi seguirá pensando en ese tu que me hace sentir bien, pero a la vez la otra, seguirá repitiéndome que no merece la pena... sea cual sea el final, puedo asegurarte que seguiré sonriendo.

martes, 1 de febrero de 2011

Cosas que no me gustan.

El invierno no me gusta, lo odio. Tampoco me gustan las infusiones, ni la leche caliente, a excepción del café claro. Ni me gustan las asignaturas que simplemente están ahí por rellenar hueco, por hacerte el día a día un poco más imposible. Ni tener que salir de la cama en los días que hasta me cuesta pensar. Tampoco me gusta estar del otro lado de las cosas bonitas, pero es que ahora, aparte de no gustarme, ha llegado a cansarme. Me he cansado de que todo sea tan frío, tan superficial. De que hayan pasado los días, los meses y que al final el resultado haya sido el mismo de siempre, el de estar detrás de la ventana, viendo los coches pasar, mientras que el hielo se adueñaba de los que como yo, estaban ahí fuera, a la espera de que sucediese algo... algo que raras veces llegaba, y cuando lo hacía era con tanto miedo que se acababa esfumando entre mis dedos. No me gusta ser tan poco fuerte, porque eso implica riesgos. Riesgos como el de ilusionarse con las cosas más pequeñas, cosas que siempre, siempre, te acaban dando la espalda, pero en las que una y otra vez vuelvo a caer. Pero ahora... me he cansado de esperar, de hacer y de no obtener ningún resultado, de implicarme, implicar mi tiempo, mis alegrías, y seguir una noche tras otra durmiendo sola. Sé, que eso de lo que algunos hablan, eso de que cuando menos te lo esperas te puedes cruzar con alguien con quien no necesitas buscar porqués, ni si quiera necesitas palabras, sucede. Sé que hay momentos en los que llega alguien que te puede cambiar un poco la vida, pero eso, son momentos transitorios. Lo he visto y lo he vivido, pero por mucho que sepa que exista... ya no creo en ello. Y es de las peores cosas que te pueden llegar a pasar. Que dejes de creer en algo, que pierdas ilusiones por el camino. Que poco a poco te quedes vacío. No del todo, porque siempre vas a tener ilusión por algo, pero si pierdes algunas, no es lo mismo. Son sentimientos contradictorios. De un lado está la rabia, que lucha para que no te des por vencido pero del otro esta la desilusión por todo lo implicado y perdido a la vez. Por no saber en que punto ha estado el fallo, cuando se te ha ido de las manos... y sentir ese frío, ese vacío. Vacío que no me gusta, pero al que he decidido acostumbrarme, para así no tener que volver a sentirlo, porque el invierno no me gusta.