miércoles, 11 de noviembre de 2015

Prioridades.

Cuantas más ganas tienes de hacer algo, más conspirará el planeta para que todo se ponga en tu contra y te termine saliendo todo del revés.

Está claro que en la vida, cuando tienes algo que hacer, más que un objetivo que cumplir, no te queda más remedio que ir posicionando prioridades, eso de que "quién mucho abarca poco aprieta" es una de las mayores verdades. Pero si además uno de esos objetivos que tienes que cumplir es estudiar... entonces si que prepárate para posicionar prioridades y olvidarte de muchas cosas que te gusta o quieres hacer...

Evidentemente, este es el caso. Estudiar "me quita" mucho tiempo. Es una de las tareas que más dedicación y empeño requieren, pero si además se trata de estudiar a distancia o por tu propia cuenta, mucho más. Es muy buena, por una parte esa libertad que te da el hecho de no tener unos horarios establecidos, pero esto a su vez, es un arma de doble filo, te desconcentras más, a veces no te pones límites y no cumples lo que te marcas cada día... es algo que requiere mucha, mucha, mucha fuerza de voluntad.

Por eso, se ha convertido en uno de los objetivos primordiales, y he tenido que dejar otros más de lado... Sé que será algo temporal, y que después tendrá su recompensa, pero no puedo evitar "sentirme mal" por no estar más tiempo por aquí, o poder dedicar más tiempo a mejorar mi trabajo, pero todo llega y sin esfuerzo no hay recompensa...