lunes, 30 de agosto de 2010

Simplemente.

El silencio se tornaba cada vez más incómodo. La situación le atormentaba. Al otro lado del teléfono podía escuchar, sentir su respiración...

- Oye...
- ¿Qué?
- Que yo también voy a echarte mucho de menos. Que soy un auténtico gilipollas. Que esos días se me van a hacer eternos.
- Bueno, pero también hay que pensar que quizás nos vengan bien.
- ¿Bien? ¿Cómo me van a venir bien cinco días sin saber nada de ti? Que aunque sólo sean cinco se me van a hacer eternos.
- Ya, a mi también, pero quizás necesites echarme de menos más de lo crees, y así seguro que valoras todo mucho más.
- Puede ser, no lo sé. Se que te quiero, con eso me basta.
- No te pongas así, aun nos queda tiempo que aprovechar, nada más que llegue lo primero que haré será llamarte, si es que no te has ido con otra claro...
- Eso nunca. No lo pienses, ni lo repitas. Para mí eres tú, nada ni nadie más.



Simplemente era eso. Necesitaba volver a oírlo de tu boca
9siempre*

No hay comentarios:

Publicar un comentario