jueves, 19 de agosto de 2010

Busqué.

Busqué caminos fáciles y solo encontré los más complicados, anhelé noches llenas de paseos agarrada a tu mano, sin que me dejases caer, y encontré noches de soledad repletas de viento que congelaban mi piel, busqué quién me llenase de sonrisas y encontré lágrimas por mi rostro, necesité el calor de tus abrazos y tuve días de soledad...
Busqué la respuesta a millones de preguntas, a cientos de miles de porqués les busqué una razón, aunque fuese la más absurda... y solo el silencio llenaba los días y meses, hasta que decidías, que me echabas de menos... Esperé esos momentos tantas veces... pero mi paciencia se agotó y entonces la que te esperaba no era yo, el subconsciente me engañó. Se hizo amigo íntimo de mi corazón y ambos te esperaban, pasase lo que pasase, el tiempo era lo que menos les importaba y yo ingenua de mi me empeñe en sostener la venda ante mis ojos, haciéndola cada día un poco menos traslúcida. No podía ver, pero nunca pude dejar de sentir.
Ahora sigo buscando, anhelando y esperando. Miles de preguntas siguen sin respuesta. Los por qués continúan alimentando el espacio diario... Pero cuando cabeza, corazón y subconsciente decidieron unirse y hacerse más fuertes, pues no soportaban tu ausencia, apareciste con más fuerza que nunca, con más no se qué... que me hizo romper la venda en mil trozos de inútil tela, que ahora no sirve más que para unir recuerdos... Recuerdos que me hacen sonreír.
Ahora sé que en esto no estoy sola, ni lo he estado nunca. Ahora sé que que tengo que tener más fuerza y ganas que nunca. Ahora sé que estás dispuesto a que esto no se quede en el olvido, y sé, que no va a ser nada fácil, que las lágrimas seguirán ahí y las noches seguirán siendo frías, pero también sé, que eres todo lo que necesito.

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