sábado, 21 de agosto de 2010

Amarillo.

Dicen que el amarillo da mala suerte, y de ese color pinté ayer mis uñas ¿casualidad? ¿destino? no lo sé. Puedo decir que mi mente ha sido absorvida por la melodía de una gran canción, que me ha hecho recordar y revivir grandes momentos. Remolinos de dolor en el estómago. Espirales de dudas en la cabeza y punzadas de vértigo en el corazón. De ese vértigo que dicen buscamos inconscientemente, pues necesitamos de esas dosis de adrenalina que nos proporciona. Nubes que anuncian tormenta o simplemente cambios en el ambiente. Perdida en un camino que pintaba ser sencillo, pero ha invadido la desmotivación, algo que puede llegar a ser peor que el dolor. ¿Donde se han quedado las ganas y las demostraciones? ¿Se las ha llevado el viento como a las palabras? Me inunda el miedo, ante un desenlace que no quiero repetir, pues sé que sería definitivo.

1 comentario:

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