Arriesgo.

Tengo dos opciones bajo la manga. 

Una: seguir haciendo el imbecil reteniendo la cabeza en el pasado y no avanzar... Seguir sin abrir los ojos, dejando que todo duela, sin disfrutar del resto.

Dos: dejar de pensar, disfrutar, guiarme por el instinto, las emociones, aprender del momento, sin por si acasos, actuar al instante.

No sé ni como ni por qué. Sí, buscaba ese algo, esa chispa que me hiciese darme cuenta de la realidad. Por mucho que me doliese. Pero no la buscaba en ningun sentido... cualquiera hubiese sido bien recibido, y por supuesto, nada de esto es lo que se pasaba por mi mente. Pero se acabó el sentirme mal, el pensar en el resto antes que en mi, si no miro yo por mi nadie lo hará... es duro, pero es la realidad. Mañana no sé que pasará, ni si quiera sé que pasará de aqui a un rato, a un minuto, pero quiero disfrutar, quiero sentirme como ahora mismo, durante mucho tiempo. Si el resto arriesga, no debe ser algo tan malo ¿no? si pierdo ya sé la fórmula que cura las heridas. Pero de momento mi opción es la número dos.