domingo, 9 de enero de 2011

Siempre con prisa.

Miradnos corriendo de un lado a otro. Siempre con prisas. Siempre llegando tarde. Somos la raza humana, siempre compitiendo. Aunque lo que más ansiamos en este mundo, es conectar con otros. Para algunos eso ocurre a primera vista, es cuando sabes que lo sabes. Es el destino destilando su magia. Y es genial para esas personas. Viven como en un cuento de hadas, van directos, como cuando viajas en un tren expreso. Sin embargo eso solo les ocurre a unos pocos, para el resto de la humanidad, vivir es menos romántico. Suele ser complicado y liado. Se rije por meteduras de pata y oportunidades desaprovechadas, y sobre todo, por no ser capaz de decir lo que necesitas decir cuando debes decirlo.




...y es que... aunque pueda llegar a parecer increíble... hay quienes prefieren dejar en un segundo plano lo que realmente les importa. No es que unas cosas estén por encima de otras, no, porque hay niveles en los que se puede compartir importancia, es simplemente que nos cuesta decir, hacer o actuar por lo que queremos. No sé si es por miedo a perder, o por vergüenza a que un "ya te lo dije" se repita demasiadas veces... pero somos así... nos encanta complicarnos el día a día mas de lo que ya lo es... y aunque existan personas que se arriesguen más de lo que deberían, que luchan por lo que quieren y se dejan llevar... no podrán brillar demasiado ya que, si la otra parte no muestra un mínimo de interés, hay cosas que es mejor dejarlas morir.




Miradnos corriendo de un lado a otro. Siempre con prisas. Siempre llegando tarde. Siempre compitiendo... pero a veces las cosas se ralentizan lo suficiente, y eso hace que todas las piezas encajen. El destino destila su magia y sientes que has conectado.

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