jueves, 17 de junio de 2010

Tú.

Es como cuando llegas a casa muerto de hambre y encuentras una pizza lista para comer, o como cuando te mueres de calor y te pasan una botella de agua fresca. Es mucho más que eso. Es todo lo que necesitas y que con solo oírle reír sacia las ganas... de comerte el mundo. Es esa sensación de ser uno mismo al 100%, de confiar plenamente, de ser dos en uno. Como enfrentarte al monstruo que se esconde bajo tu cama cuando tienes dos años y ganarle el pulso. Igual que la primera vez que te dejan ir solo por la calle, o como cuando te daban 100 pesetas para comprar el pan y te quedabas la vuelta para chuches, como la primer noche que salias de fiesta...
Es como era y a la vez es como es. Pasado presente. Presente futuro.
Y te tumbas en la cama, piensas en todo lo que has pasado durante el día, semana, y le echas de menos y le das mas vueltas a la cabeza de lo que deberías, y te da el bajón. Hay cosas que no entiendes, que parecen una burla, incomprensible el como, el por qué y el quién, pero a la vez algo te dice que es ley de vida cambiar y que a veces es inevitable por mucho que duela que las personas abandonen trenes y se queden en estaciones que jamás volverás a pisar. Necesitas un abrazo pero la distancia te lo impide. La espiral va incrementándose, y la pescadilla no deja de morderse la cola. Llueve y el arcoiris hace abras los ojos. Entonces te das cuenta de todo lo que está haciendo por ti, que después de todo este tiempo es mucho, y es cuando te sientes orgullosa de estar con alguien como tú.

1 comentario:

  1. Albyyy!
    Joder tía! Qué razón y qué bonito!! Me ha encantado :)
    ¡No dejes de escribir!
    Un besazo,
    Paula.

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