domingo, 20 de junio de 2010

Soledad a la luz de la luna.

Mientras algo se desquebrajaba disimulabas bajo sonrisas y palabras bonitas que adornaban las noches bajo el abrigo de las estrellas. Pero ambos sabíamos que la rutina se repetiría una vez mas. Solamente nos aferramos a no querer verlo, a pesar de sentirlo. Entonces decidí evadirme del ruido que el eco del corazón provocaba con el paso de las horas y me bebí las horas al sol en compañía de quienes siempre han lanzado un salvavidas en momentos de turbulencias. Me bebí la noche en soledad a la luz de la luna al son de canciones pegadizas que acompañaban la felicidad provocada por vasos de fríos mojitos que calentaron la noche. A pesar de todo el sol hoy a vuelto a salir y lo seguirá haciendo. No seré yo quién se lo impida. No seré yo quién te lo permita una vez más.

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