Necesito silencio, pero no a mi alrededor. Lo necesito dentro de mi cabeza, que dejen de presentarse los recuerdos así de improviso, sin que nadie los llame. Después calibraré de nuevo mi escala de valores, más aun si cabe... no será difícil, si antes he podido ¿ahora porqué no? Solamente hay que ir distribuyendolos de uno en uno, uno encima del otro, y dejaré de tenerle miedo a ir a tal o cual sitio, de la misma manera que he dejado de buscarte. De la misma manera que has dejado de necesitarme. Ahora la que necesita silencio soy yo.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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