Llegar y vencer.

Llegar y vencer, que nos regalen los oídos y nos coman a besos, que todo sea fácil, que no haya piedras por el camino y si las hay lo abandonamos por otro nuevo en el que vencer vuelva a ser lo primero al llegar. Una y otra vez, no nos cansamos de que se repita la historia. Y como por arte de magia se repite y siempre, siempre, pase lo que pase pierden los mismos y los que ganan ensalzan su ego hasta el infinito, pero el día que caigan de sus pedestales y vean que sus pies no tienen más que un pedazo de tierra repleta de soledad, se sentirán peor que destronados. Se refugiarán en el frío de sus sombras, ese mismo que antes les cegaba, y nos cegaba a nosotros mismos. Pero somos así y seguiremos siéndolo, buscaremos más caminos en los que la historia se repita y volveremos a seguir esperando mucho del resto, porque nosotros estaríamos dispuestos a dar mucho por ellos. Pero ahora ya es tarde.