jueves, 16 de diciembre de 2010

. . .

Hay momentos, ocasiones, días, en los que lo mejor que te puede pasar es dejarte absorver por completo por la magia de un concierto. Dejarte llevar por por ese ambiente que solo ciertas personas saben identificar cuando está encima del escenario su artista o grupo preferido. Pero la vida es así de caprichosa y toca esperar hasta marzo. Para eso, al menos sé que si que merece la pena esperar, para otras cosas... creo que ya todo está tan claro, que hemos llegado a ese puto punto al que nunca debimos llegar... menos mal, que diciembre y enero vienen cargados de cosas buenas, que ayudarán a olvidar...

 



Entre tanto no seré yo el que tenga el mando... Esta vez soy yo el que va perdiendo, no conviene sufrir más. Es una adicción, es un infierno es no parar de temblar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario