sábado, 30 de octubre de 2010

Pequeño. II

Las personas pueden ser de muchos tipos. Están los que desde pequeños presentan una marcada personalidad y los que por muchos años que pasen siguen dejándose llevar por los ambientes en los que se mueven. Hoy con un grupo, mañana con otro. Otros son los que necesitan constantemente que estén subiéndole el ego, recordándole lo guapos o guapas que son, que no escatiman en tonteos sin reparar en las consecuencias. También hay personas que se creen el centro del universo, alrededor de ellos tiene que girar el mundo y los demás, y quién no lo haga ya no mola. Critican sin saber. Hablan más de la cuenta. Hay bromistas y vacilones, que no son capaces de recibir de su medicina. Y también están los que no tienen miedo a sentir, llorar y a decir que no... múltiples tipos de personas, pero todas al fin y al cabo pasan por la fase de ser "pequeños", con miedos, inseguridades, cobardía, carencias... y toda esa mezcla de sentimientos que con el tiempo solamente los valientes son capaces de sortear.


















Esto solo es el comienzo de todo lo que me ha provocado escuchar uno de los mejores discos que han pasado por mis 26 años de vida. Son sentimientos, momentos, historias, vivencias de mi día a día que de manera directa quedan plasmadas en Pequeño. Habrá quien piense que circunstancias del momento estén  implícitas de manera directa, que sean textos que desborden soberbia, cargados de indirectas. Puede ser que sí, puede ser que no. Si de algo estoy segura es de que  
SOLO LAS PERSONAS DE VERDAD LO ENTENDERÁN.

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