miércoles, 14 de octubre de 2015

Trenes...

Aprendes a esconder el hacha de guerra en tu propio costado
para que no sea él el herido, y acabas tú sangrando... 

...Ojalá no me dejaras ir como haces siempre,
porque va a llegar septiembre y tal y como venga el frío,
te darás cuenta de que no fue mío lo que acabó esto para siempre.
Pero es que llega el momento en el que te cansas de ver pasar trenes,
una y otra vez, y quieres qué
de una vez por todas te esperen a ti y te digan
“personas como tú sólo pasan una vez en la vida y yo, no voy a perderte”


 

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