La caja de Pandora.

Abres la caja de pandora y crees volver al pasado durante unos instantes cuando en realidad no estás viviendo más que un mero dejà vu. Retrocede más tu mente que el tiempo. Te atrapa esa maldita sensación. La angustia quiere sentarse a tu lado. Pero recapacitas, respiras, vuelves a posicionarte en el lugar en el que estabas hace tan solo unas horas y despejas tu mente. Cierras la caja y la metes en el cajón más profundo. Si ha de abrirse lo hará, si no que todo siga como hasta ahora.