domingo, 6 de febrero de 2011

Que me aburrí de los grises.

Ella siempre me dice que me necesita. Que nuestras conversaciones siempre le hacen ver todo desde otro punto de vista, que le ayudan a tomar decisiones. Pero es que eso, es algo de las muchas cosas que compartimos. Yo también la necesito a ella, y a todas sus rayadas, en tan solo diez minutos que nos pasemos contándonos todas esas cosas que nos ahogan, me hace abrir los ojos, me hace ver, que quizás no está todo cortado por el mismo patrón. Y yo a ella siempre le digo que no se deje ganar por el miedo, que siga hacia adelante, que todo pasa por algo, pero es que esos todos tan complicados son como imanes para nosotras. Nos arriesgamos siempre, hasta tal punto, que sin saber como ha sucedido, tenemos la rutinaria costumbre de acabar abajo del precipicio. Nos encanta correr, la aventura, el riesgo. Somos caprichosas, queremos algo y no paramos hasta conseguirlo, o hasta que ese algo... nos demuestra día a día que es mucho más fuerte que nosotras. Y es que hay metas en la vida, que son mucho más complicadas que hacer una bandeja de pasteles, que abrir una tableta de chocolate y comerte hasta el último de los cuadraditos... Buscas conseguir eso que te falta y vas probando... pero el probar implica equivocarte, sentirte confusa. No saber si actuar o parar los pies. Si eso que te ofrecen es lo que buscas y a quién buscas, o tan solo es un mínimo de cariño al que te aferras, para no perder también esa partida. Lo siento. No estoy segura, y es que hay algo dentro de mí, que me dice que no quiero medias tintas. Que lo quiero todo o nada. Que me aburrí de los grises, y si surjen pequeñas dudas, quizás sea porque simplemente la historia se repite, y solo eres un gris más de la lista, y es entonces cuando me doi cuenta de que prefiero arriesgarme a seguir perdiendo. Y que de momento me quedo con todas las puertas que he sido capaz de cerrar, por muy pesada que sea la soledad. 




Ríos de gentes cruzan las calles a contrarreloj, 
mientras vuelve a esconderse mi buena suerte 
y te digo adiós sentada al borde de esta cornisa de hormigón y extrés, 
al sur de la razón y la luz. 
No, ya no tengo fuerzas ni valor. 
No, ya no sé como vivir sin ilusión, 
y aunque a veces juegue a detener el tiempo, 
nada cambia bajo el sol, 
nada cambia en mi interior. 

1 comentario:

  1. *___________*

    Te adoro mi niña!! siempre sabes que es lo q me tienes q decir en cada momento y siempre eres capaz de ayudarme a razonar =) no se que haría yo sin tí! y me alegro de que yo para tí signifique lo mismo =)
    TE QUIERO

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