viernes, 30 de enero de 2015

Cosas alegres.

Ayer, haciéndome chantaje, me dejaste entrever que sólo te gusta cuando escribo cosas alegres.
Que las tristes te preocupan.
Que no quieres que esté a un 50, que cuanto antes vuelva a estar a un 100.
Y aunque en un primer momento dudé sobre que cosas alegres podría escribir, o quizás, escribirte, he tenido horas de sobra para pensar y darme cuenta de que la mejor de todas las cosas era esta. Eras tú.

La mejor de todas las cosas fue haber estado en el sitio indicado, en el momento justo. 
Casualidad o no, quién sabe, pero allí estabas tú también. Destacando por encima del resto. 

Sigo sin saber decirte un porqué concreto, fueron un cúmulo de muchas cosas las que me hicieron querer saber quién estaba detrás de aquellas canciones... 

¡Qué buena eres a veces curiosidad! Me hiciste conocer a alguien que sin pedir nada, da todo (aunque a veces cueste lo suyo :p) ,  alguien que a día de hoy, mentiría si digo que no me hace falta.

No sé dónde nos llevará todo esto, si dejará de aumentar la lista de películas pendientes, o se nos seguirán acumulando los días de comer cosas ricas. Si me seguirás aguantando o si alguna vez hablaremos de un tema y no de 20 a la vez. Y un montón de cosas que como tu dices, quedan entre nosotros y si empezase a escribirlas no terminaría nunca...

Me basta con que sepas que no me voy a ir, que espero seguir aprendiendo a tener paciencia, eres el mejor maestro para eso y muchas cosas más y  siempre me gustará que cambies los besos por donuts ;)


No hay comentarios:

Publicar un comentario