sábado, 11 de enero de 2014

Sigo el rumbo de unos tambores, que oigo a lo lejos sin dudar, como un murmullo de media noche fuera de tiempo. Sigo una estrella en el firmamento, que no deja de brillar, se a hecho conmigo algún demonio del infierno. De este sueño, no me quiero imaginar como sería el fin del cuento... 

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