viernes, 11 de enero de 2013

greetings

Los recuerdos, no son un tema fácil de tratar. ¿Debería quemarlos? ¿Dejarlos ir? Ya no sé que hacer con ellos. No molestan. Ocupan el mejor de los lugares. Me provocan sonrisas y que por las noches, me abrace a la almohada y piense "que suerte tuve, fui una privilegiada"... y los verbos en pasado, hacen eco en mi cabeza. Como en todo hay un pero: me hacen daño. Los verbos no se conjugan en presente. Mucho menos en futuro. Y constantemente mantengo la ilusión, o más bien, me aferro a ella y a los recuerdos. Me aferro y pienso, que dentro de un tiempo, quizás años, se parará a pensar en todo su pasado, y aunque sea en una mínima parte estaré presente. Entonces recordará todo lo que provocó. Que todo esto y mucho más surgía por él y por todos esos momentos del pasado en los que no existían los abismos entre él y yo. 
Pero ahora solo queda eso... recuerdos y nostalgia que no sé si son buenos o malos. Que me cansan porque me provocan una espera insaciada a pesar del paso del tiempo. No sé si merece la pena mantenerlos vivos o lo mejor sería olvidarme y no aferrarme a algo que quizás no pase ni dentro de un rato, ni mañana, ni la semana, mes o año que viene. 


 


1 comentario:

  1. La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.

    Roger Martin du Gard (1881-1958) Escritor francés.

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