sábado, 26 de enero de 2013

Darlo todo. II.

...Te das cuenta, aunque no quieres asimilar. Es complicado. Jodido. Duele aceptar que quién más te ha dado, a la vez más te ha quitado. Entonces te miras al espejo. No eres tu. Frente a tí, observas el reflejo de lo que fuiste hace mucho tiempo. Alguien a quién la inseguridad ha comido la mirada. Vuelves a llenarte de miedos. Te cuestionas si podrás volver a ser capaz de sentir y dar una mínima parte de todo lo que pusiste de tu parte cuando no sirvió de nada. 








Ni quiero, ni puedo continuar consumiéndome a cada calada que el tiempo le da a la vida. No me quedan más días que invertir en dudas, y en porqués. Recogeré los trozos. Uno a uno y con la cabeza alta. En todo tiene que haber un límite que marque un nuevo comienzo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario