jueves, 8 de noviembre de 2012

Una tregua.

Solo quiero y pido una cosa, una tregua. Con eso me conformo.
Es verdad, no sé muy bien si te la pido a ti  o la pido en general, pero llegados a este punto, creo que es totalmente innecesario darte a ti cualquier tipo de explicación, ¿las quieres? déjame dártelas, déjame ser lo que fuimos, déjame ser yo, sin echarme encima la responsabilidad de cicatrizar heridas que yo jamás abrí. He estado dispuesta a todo durante mucho tiempo. Puede que aun no sea tarde, no lo sé, no estoy segura, eres tú quién tiene que actuar ahora...
Solo quiero una tregua, calma para las inseguridades, señales que me indiquen el camino por el que debo tirar. Que sea de mi de quien tiren, ser yo quien reciba los detalles, el cariño, dejar de luchar contra la indiferencia y lo superficial de optar por lo fácil.
Solo quiero esa tranquilidad de tener un respaldo verdadero, ese apoyo de quién apuesta por ti el todo o nada, no quiero más medias tintas...
Solo quiero y pido una tregua antes de que sea demasiado tarde. 

















2 comentarios:

  1. Yo también llevo pidiendo una tregua mucho tiempo... pero, al mismo tiempo, no quiero tregua... le quiero a él. Por encima de mi orgullo y por encima de mí y mi dolor.

    Así que, renuncio a la tregua en favor de usar las fuerzas que me queden para luchar por lo que realmente quiere mi corazón. Es muy probable que el resultado sea devastador y esa lucha me deje peor aún de lo que estoy, pero no quiero rendirme... No hay casi posibilidad de recuperar lo que tenía, lo sé. Pero si quiero ser realmente feliz, es lo que necesito.

    En fin. Me encanta la entrada.

    Un beso muy grande.

    ResponderEliminar
  2. Ay... que se me olvida... Tienes un premio en mi blog (http://anacristina-sweetdreams.blogspot.com.es/2012/11/1-premio.html). Pásate si quieres y lo ves.

    Y no publiques este comentario si no quieres, que no me gusta hacer "spam".

    Ahora sí... un beso enorme. Y espero que todo te vaya muy bien.

    ResponderEliminar