domingo, 21 de noviembre de 2010

Fuera de juego.

Altas dosis de café al comenzar un nuevo día, hacer que mis neuronas salgan de ese profundo letargo que les hace inmunes, aunque quizás, no sería mala idea que continuasen sumidas en ese profundo sueño, ajenas a todo lo que ocurre alrededor, de la misma manera que intentas aparentarlo tu. Has podido tener en tus manos las llaves de muchos momentos, sensaciones y caminos exclusivos, pero has decidido escoger el más egoísta de todos, e incluso no conforme con ello, has llegado a atreverte a realizar reproches hacia el comportamiento de quienes te rodean, de quienes tu has decidido que formen parte de ese juego al que según tu, no perteneces, y te duele que exista quien se atreva a plantar cara al ascenso de tu ego. Ni si quiera, tienes el valor de pararte un segundo a pensar si tus actos estas causando alguna consecuencia. No te atreves a plantarte frente al espejo para analizar algo más que el propio exterior. Pero ahora ya, el tiempo ha pasado y los hechos no se pueden borrar. Quizás nunca llegue el día en el que te des cuenta de nada, eres de los más claros ejemplos de que no es fácil cambiar los aspectos negativos, esos que durante un tiempo estuve dispuesta a saber llevar, pero nadie cambia... tienes parte de culpa y la mía, está más que asumida. 

Simplemente te dejo aquí estas palabras para decirte que no me interesa seguir formando parte de esa espiral, de  tu juego. No me rindo ante él, ni si quiera tu has ganado algo más haya que simples fachadas... si te conformas con eso, todo se me torna un poco triste, he incluso, la pena se atreve a aparecer, pero yo abandono la espiral. Si algún día quieres abrir los ojos, quizás pueda ofrecerte un poco de mi café, la cafeína siempre es buena para despertar los sentimientos. Por el momento, guardaré las llaves bajo mi almohada. Ellas seguirán en el profundo letargo del que no debieron despertar.

yo no quiero equivocarme, 
tampoco seguir esta mentira...

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