Todos somos conscientes de que cada uno de nuestros actos tiene consecuencias. Por cada acción hay una reacción. Cada decisión que tomamos cambia nuestras vidas. Las lleva por un camino o por otro diferente. Lo que no somos capaces de imaginar es la clase de consecuencias que tienen nuestras decisiones. Necesitaríamos una capacidad de adivinación que nadie posee. A veces, pensamos que somos capaces de controlar esas consecuencias. Y por eso nos arriesgamos a tomar decisiones que sabemos que llevan implícitas un peligro. Cada acción tiene su reacción, cada acto su consecuencia, pero esta siempre es imprevisible. Como la vida.
[ Texto del libro "Apaches" de Miguel Sáez Corral ]
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