miércoles, 14 de abril de 2010

cinco.

Al pasar por la puerta me fijé en ella. Estaba ahí quieta, inmóvil, como cada día. Cada día paso a su lado, varias veces incluso, pero nunca me fijo en ella. Pero esta vez fue diferente... mientras el aire frió penetraba por las rendijas de la puerta, los recuerdos de aquella tarde vinieron a mi cabeza. Me dijiste que quizás era un poco pronto para decirme todas esas cosas, pero que a ti, 65 palabras también se te quedaban pequeñas para decirme por que me querías... y echando la vista cinco meses atrás ( cinco ya! quien me lo iba a decir... quien nos lo iba a decir... ) me estoy dando cuenta de que detalles como ese has tenido demasiados. Demasiados para nuestra situación...
Y aunque últimamente a mi me esté costando demasiado, aunque los dos nos hagamos los despistados e intentemos no darle importancia a ciertas cosas... sabemos que no es fácil llegar hasta el punto en el que estamos. No puedo negar que haya pensado tirar la toalla, quizás ese pensamiento ronde por mi cabeza demasiado durante estos días, ni puedo negar que factores externos influyan... pero quizás sea hora, de que empiece a aplicarme a mi, a nosotros, todos esos consejos que suelo dar a los demás, y quizás, sea el momento en el que deba empezar a sacar fuerzas de donde sea... por que no quiero que esos detalles los tenga nadie más... son nuestros, y si durante otros días no me he fijado en la lavadora de mi casa, apartir de ahora lo haré.
Solo quiero, poder fijarme muchas veces en ella y que tu estés a mi lado para compartir ese momento, igual que el de el desayuno, o los piques al ver partidos de nuestros adorados equipos. Solo quiero ir de compras contigo, seguir haciendo planes, mandarnos sms absurdos, de esos que provocan risa tonta y días ñoños sin final... y aunque sé que no lo leerás, solo te quiero a ti.



No hay comentarios:

Publicar un comentario