Desconozco su nombre. En que invierte sus días. No sé si es más de dulce o de salado. Puede que sus ojos sean claros u oscuros. De lo que estoy segura, es de que con su mirada necesito que me transmita "algo". Puede que no coincidamos en gustos musicales, o sí, siempre podremos adaptarnos. Tampoco sé donde vive, ni como lleva el pelo. ¿Usará colonia? De las que le identifican, te atrapan y te recuerdan a él cada vez que la hueles. Ni si quiera le conozco. No sé quién es. Pero estoy segura de que, en algun lugar hay alguien con el que antes o después me cruzaré por el camino y pero formaremos un buen equipo. De esos invencibles. De esos que rebosan complicidad y confianza. De los que te provocan sonrísas incontrolables. Y el día que eso ocurra, sé que no habrá que dar explicaciones. Se notará y será imposible poner freno. No habrá que poner listones para medir el dar y recibir, será innato. Y no espero nada, nunca se sabe cuando va a llegar. Pero ganas hay muchas. No voy a negarlo. Tengo ganas de volver a vivir.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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