"De pequeña aprendí que ante un problema, solo puedes hacer dos cosas:
Hacer frente al problema. Encararte a él. Mirarle fijamente a los ojos. Luchar.
O huir. Poner tierra de por medio y alejarte para siempre.
Pero a veces el problema, escapa a tu control. Te arroya como un tsunami.
No puedes hacerle frente, ni tampoco huir,
y solo te queda una opción, esperar que la ola pase.
Cruzar los dedos"
que lindo has contado este pensamiento, feliz finde!
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