domingo, 10 de abril de 2016

Reencontrar el norte.

Domingos de desayuno en la cama,
de ideas revoloteando en la cabeza,
de sol perezoso y frío sin vergüenza.
Domingos de volver a alzar el vuelo y
dejar atrás lo que un día hizo perder el rumbo.
Imposible plantearse una constancia, unas ganas...
Pero es que la vida es esto,
un constante cúmulo de acontecimientos impredecibles y
nunca sabes cuales van a ser las armas que
utilizarás para reencontrar el norte,
siendo en ocasiones,
dejar pasar el tiempo, la mejor de las opciones.
Es entonces cuando llegan los domingos
menos tristes, más productivos.
Domingos en los que la lista de prioridades cambia...
y poco a poco, el gris se va volviendo blanco.