Que no me suelte nunca.

- ¿No sabes nada?

- No... y me duele en el alma.

- Es normal que te duela, pero solo es cuestión de tiempo que deje de hacerlo.

- Ya... supongo que será así, al fin y al cabo al menos por lo que se ve, solo me afecta a mi, pero no puedo evitar tener miedo.

- ¿Miedo?

- Sí, por si algún día se vuelven a cruzar los caminos... y no sé como reaccionar.

- ¿Reaccionar? Te parecerá poco todo lo que has hecho hasta ahora. Ese papel está en su mano hace mucho tiempo tu tienes que mirar lo que tienes ahora, y no mirar por lo que tuviste antes que además era una mierda.

Siempre sabe como dar en el clavo. Ella es única, no sé como lo hace, pero soy incapaz de estar aunque sean cinco minutos a su lado. La necesito a ella, a sus sonrisas y sus jodidos cabreos, que me siga abriendo los ojos cada día, que no me suelte nunca.