¿Sabes? No puedo controlarlo, de hecho no quiero seguir haciéndolo, pero sigo observando sus detalles. Sí ya sé que ni siquiera los tiene, y que cualquier otra mínima cosa que pueda apreciar llega a doler como una puñalada, pero al menos sé que no necesito rebajarme. Que nunca me pareceré en lo más mínimo a ciertas personas. En el fondo me dan pena. Creo que los engaños a ese nivel dolerían mucho más. La diferencia es que mi conciencia está tranquila. Dudo que muchas más estén en esa situación. Y repito... dudo, no es que me influya, es que ya directamente me es indiferente, que es más triste aun si cabe.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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