Necesitaba de esa parte de equilibrio que el le daba para ahuyentar fantasmas. Quería dejar de subir y bajar, de sentir y evitarlo, de querer y no poder. No quiso borrar, como si nada, tanto tiempo a sus espaldas, que por mucho que doliese siempre habría un ¿te acuerdas de...? y quiso que esos recuerdos siguiesen siendo cosa de dos.
Nada podía llegar a ser tan complicado, cualquier cosa por pequeña que fuese, tendría más fuerza que todo aquello y las dudas volverían a formar parte del presente. Por muy parecidas que pudieran a llegar el resto de historias, no podrían ni si quiera a hacerle un poco de sombra... pero hay motores que se mueven por si solos, y por mucho que se quiera es imposible frenar. Era de ese tipo de cuerdas que resistiría hasta el más duro tirón, siempre*
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