Estuve dispuesta a dejar pasar, borrar, recomenzar. He dado demasiadas oportunidades, innecesarias, pues cada vez tengo más claro que por mucho que digan, nadie cambia, las personas seguimos un mismo patrón durante toda la vida aunque nos empeñemos en salir de él. Soy incapaz de entender, de encontrar una mínima razón lógica al ambiente que empaña las últimas horas. Pero ya no es necesario entender. Ni es necesario dar más oportunidades, a nada, ni a nadie. Es necesaria la responsabilidad, el trabajo, el luchar por lo que quiero, y dedicarme única y exclusivamente a quienes no hablan sino que demuestran.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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