El otro día te vi, tranquilo no fue por la calle, si hubiese sido así creo que mis pulsaciones se hubiesen disparado a niveles incontrolados, no te preocupes, te vi en una foto. Soy tan paranoica que te note triste. No vi ese brillo de siempre en tus ojos. Y ayer cuando me tumbé en la cama a escuchar mis canciones favoritas, el iPod fue tan caprichoso que escogió la tuya la primera. No fue su culpa que me acordase y pensase en ti. Ya lo había hecho antes, como todos los días. Y ahora hace un rato, he visto en la tele una pareja de amigos, que el destino había querido separar, y ella le echaba tanto de menos, que durante todo ese tiempo no dejó de insistir, no dejó de buscarle, de pedirle a gritos que la llamase... pero él, no la había echado de menos al mismo nivel... le daba igual... y los ojos de ella se llenaron de lágrimas. Creo que sé como se sentia ella. No voy a pedirte nada, solo me gustaría hacerte una pregunta ¿Cuanto tiempo falta para que llegue ese maldito día en el que todo esto cambie?
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
Mee encanta este texto, me siento muy identificada con él, y al igual que todo el mundo, espero que ese día no llegue nunca, y que los amigos duren para siempre :)
ResponderEliminarexactamente la misma historia me pasa a mí, pero la mía es imposible asi que actua antes de que ese "maldito día" se escape. Un bsito
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