Me gustan las dificultades por la sensación que provocan al superarlas, pero me parecen totalmente innecesarias en asuntos del corazón. Suena nuestra canción y en la calle cada vez hace más frío. Echaba de menos los domingos compartidos con amigos, y los buenos días saliendo de tu boca. Volver a sentir el roce de tus manos por mi cuerpo es la necesidad más urgentes de estos momentos. Ni si quiera son las nueve y ya es de noche. La rutina vuele a llamar a la puerta, pero el anhelo de que esta vez sea diferente aumenta por momentos. El vaso de leche caliente antes de dormir nunca cambiará, y ojalá vuelvan las horas a tu lado antes de dormir. Que intensidad de los pequeños momentos se vuelva eterna. No vuelvas a soltarme de la mano, jamás.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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