Es tan fácil subir a las nubes que no necesitas escaleras ni enredaderas de papel. Lo complicado llega cuando frente a tu tablero de ajedrez las piezas negras han tomado mayor protagonismo que tus peones blancos. Es cuando la caída libre se hace más complicada que divertida. Entonces es cuando con el último paño húmedo que viste merodeando por tu cuarto, limpias las telarañas que se adueñaron a tu espalda y te das cuenta de que no sirve de nada optar por el bienestar de los demás. Que tus peones blancos también son capaces de enfrentarse a situaciones inesperadas, y hasta incluso superarlas y se merecen esa oportunidad de sonreír.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario