Siempre he pensado, que las cosas buenas eran todas esas destinadas a ocurrirles al resto, a los de mi entorno. Pero desde hace unos días da vueltas por mi cabeza, la idea de que quizás, he estado equivocada. Que la vida solamente me haya sonreído en momentos puntuales y superficiales a lo largo de todos estos años, me ha dado la oportunidad de levantar el vuelo e ir con la cabeza alta tantas veces como zancadillas me ha planteado la vida. Ahora, ante las adversidades o los problemas, tengo una amplia lista de actitudes y/o soluciones que plantear. Se que hacer, decir o como actuar frente esos baches o puñaladas que voy recibiendo. Y me pregunto... ¿Esas personas, que viven sin problemas, que todo les sonríe saben como comportarse ante algo complicado? ¿O ante la menor grieta que crezca bajo sus pies se derrumban? Estoy segura de que sí. Y cada vez se me plantea más clara y evidente, la idea de que tengo la gran suerte de tener un buen escudo y armadura, tejidos a base de heridas, que me protegen ante lo que pueda venir. A nadie nos gusta caer, pero si te sabes de memoria el ritual de como levantarte, todo sabe mejor.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
sábado, 11 de agosto de 2012
Ideas equivocadas
Siempre he pensado, que las cosas buenas eran todas esas destinadas a ocurrirles al resto, a los de mi entorno. Pero desde hace unos días da vueltas por mi cabeza, la idea de que quizás, he estado equivocada. Que la vida solamente me haya sonreído en momentos puntuales y superficiales a lo largo de todos estos años, me ha dado la oportunidad de levantar el vuelo e ir con la cabeza alta tantas veces como zancadillas me ha planteado la vida. Ahora, ante las adversidades o los problemas, tengo una amplia lista de actitudes y/o soluciones que plantear. Se que hacer, decir o como actuar frente esos baches o puñaladas que voy recibiendo. Y me pregunto... ¿Esas personas, que viven sin problemas, que todo les sonríe saben como comportarse ante algo complicado? ¿O ante la menor grieta que crezca bajo sus pies se derrumban? Estoy segura de que sí. Y cada vez se me plantea más clara y evidente, la idea de que tengo la gran suerte de tener un buen escudo y armadura, tejidos a base de heridas, que me protegen ante lo que pueda venir. A nadie nos gusta caer, pero si te sabes de memoria el ritual de como levantarte, todo sabe mejor.
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Es una reflexión estupenda que da mucho que pensar. Los que hemos sufrido golpes en esta vida vamos mejor preparados. Normal que otro se hunda cuando nunca ha sufrido ningún revés. Creo que esos golpes a la larga son buenos para hacernos más fuertes ante los golpes futuros.
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