Ha pasado otro día más, ¿y qué más da? todo sigue igual, al menos aparentemente, pero realmente han cambiado muchas cosas. Hubo un tiempo en el que dejé de mirar por mi, en el que la venda no era ni doble ni triple. La opacidad no solo me cegó, me separó del exterior y sobre todo de lo más importante de mi misma. Dejé de ser el centro de mi vida, me entregué más de lo merecido en algo que la mayor parte de las veces ha demostrado ser un arma de doble filo. Pero todo eso, solo forma parte del pasado. Permanecerá en el recuerdo pero no en el presente.

La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario