domingo, 20 de febrero de 2011

Si no... déjame irme.

El aire que entró por la ventana fue el único culpable de que la situación llegase a aquél extremo. ¿Si las cosas ya estaban claras, si todo estaba tan bien...? El desorden se adueño del entorno, el empeño comenzó a llenar los días, en los que eran más numerosos los no resultados que los resultados. Dije que no quería cuentos. La pesadez se mastica en el ambiente. No lo entiendo, sigo sin encontrar el porqué aquel día decidí dar paso a lo que insaciablemente repetí que jamás volvería a pasar. Y ahora.. las dudas campan a sus anchas bajo en destartalado cuarto  que guarda las noches en tu compañía. Si van a seguir pesando más los mínimos detalles, tenlos más a menudo, si no... hazme un favor, es sencillo, déjame irme.

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