La gente toma decisiones, tiene sus preferencias, sus prioridades, y va creando a lo largo de su vida una lista con pros y contras de sus actos. Hasta aquí está todo claro, el punto en el que mi cabeza pierde el control es cuando yo realizo esos actos... me invade la sensación de tener que dar explicaciones a quien no las merece, de estar obligada a ser siempre la que tire de ciertas cuerdas antes de perder el estribo... pero mira, no. Me cansé. Quien quiera, o le parezca bien, perfecto, y quien no, también. Que lo que ahora te cuento es lo bien que puedes llegar a sentirte cuando poco a poco vas cumpliendo objetivos, cuando te abres caminos impensables y eso te da fuerza para continuar abriendo frentes contra los que luchar. Aunque todo lleva un esfuerzo, este camino ya va siendo compensado, solamente necesito un poco más de tiempo para entregar de mi todo lo que puedo, ¡ah! y que mas de una persona comprenda que en ocasiones es necesario desaparecer del mapa y adentrarte en tu mundo, en el que la soledad es la necesaria y mejor compañera posible. Que después todo irá mejor. Y no me cansaré nunca de que me lo repitas. Ni me aburriré de decírtelo una y otra vez, que nada es lo que parece y aunque el tiempo ha pasado, parece que fue ayer, aunque ahora nos acompaña la madurez suficiente como para razonar.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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