No es que el tiempo se lleve las cosas buenas, si no que el tiempo pone todo en su sitio. Y ya hace unos días, semanas, o meses, me di cuenta de que no necesito divas en mi vida. Que quien menos lo esperaba es quien más está ahí en los días malos. Y que no necesito pensar en un mañana, sino disfrutar del momento. De todas esas cosas que hacen los días diferentes, especiales, como por ejemplo descubrir música nueva, de esa que te saca una sonrisa. Y no darle importancia a lo que no la merece, que ya van demasiadas cosas para las que siempre hay tiempo y entre esas, nunca estoy yo. Eso va pesando... pero no dejaré que me gane.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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