No ha pronunciado ni una sola palabra al respecto, no tiene porqué, ni si quiera le he hecho el más mínimo comentario sobre el tema. No lo necesito. Si hay algo de lo que estoy completamente segura es de que le conozco. Pondría la mano en el fuego, y sería capaz de describirte al detalle la mayoría de tormentas que le aturden. Otro tipo de cosas no son compatibles conmigo. Nunca lo han sido. Si esa parte que ayer me gritaba que no me rindiese y siguiese hacia adelante, hoy lo sigue haciendo, sigo pensando que es por algo. Pero lo siento, me he cansado de ver el tiempo pasar, de que el arco iris al fondo del túnel sea solamente un espejismo. De que el mayor de los actos sea el silencio... Me planto. No quiero oír, ni escuchar de su boca palabra que después por si solo, plasma en acciones. Si decidió permanecer en el lado de la ceguera, le acompañaré. Yo también he pasado por el trago de situaciones que me han provocado dolor, sigo pasando por ellas, por eso mismo me planto. El cupo de mi paciencia tiene un límite y no soporta seguir con vida si a ti te falta valentía.
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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