martes, 29 de enero de 2013

(mis)Contradicciones.

Si hace viento, quiero tranquilidad. Cuando no sale el sol, me agobian las nubes, pero si el cielo está completamente azul, repleto del brillo del sol, quiero que empiece a llover. Y que no pare. Me relaja escribir. Transformar sentimientos en palabras. Al menos intentarlo. Igual que me encanta dejarme atrapar por ese clase de textos que hacen volar la imaginación, enriquecen tu mente. Pero por mucho que me atraigan las palabras, no hay nada como la seducción que puede llegar a provocarte una mirada. Estoy cansada de luchar, pero un inmenso imán  me lleva a lo complicado. Lo difícil. Arriesgado. Es una atracción de las que atrapan, ilusionan, pero destruyen a la vez. Si me das diez, quiero vente. Aunque yo después te de cincuenta, y siga queriendo más. Puede que bajo todas estas contradicciones esté la inseguridad que poco a poco fue creciendo, de la mano de la desconfianza. A la par. Al son del miedo a confiar de nuevo y la rabia de no querer agrupar a todo el mundo en el mismo saco. Pero sigue habiendo luces que me dicen que no estoy loca. Que no pasa nada por seguir soñando, que es posible volver a remontar el vuelo y conseguir objetivos. Todos. O al menos, permitirme acciones, sin temor a las reacciones.



domingo, 27 de enero de 2013

soñar con un tal vez...





E ilusa de mi, disfracé mi intuición de inocencia
y me permití el caro lujo de soñar con un tal vez.

sábado, 26 de enero de 2013

Darlo todo. II.

...Te das cuenta, aunque no quieres asimilar. Es complicado. Jodido. Duele aceptar que quién más te ha dado, a la vez más te ha quitado. Entonces te miras al espejo. No eres tu. Frente a tí, observas el reflejo de lo que fuiste hace mucho tiempo. Alguien a quién la inseguridad ha comido la mirada. Vuelves a llenarte de miedos. Te cuestionas si podrás volver a ser capaz de sentir y dar una mínima parte de todo lo que pusiste de tu parte cuando no sirvió de nada. 








Ni quiero, ni puedo continuar consumiéndome a cada calada que el tiempo le da a la vida. No me quedan más días que invertir en dudas, y en porqués. Recogeré los trozos. Uno a uno y con la cabeza alta. En todo tiene que haber un límite que marque un nuevo comienzo.






viernes, 25 de enero de 2013

Darlo todo. I

Conoces. Aprecias. Sientes. Quieres. Crees. Pones la mano en el fuego. Corazón y cabeza van a contratiempo. Por caminos separados. Marcan compases diferentes. No importa. Haces y rehaces.  Te desvives. Una y otra vez. Conviertes lo imposible en realidad. Te vuelves capaz de crear de la nada. Da igual al nivel que estés. Te levantas. Siempre. Para proteger. Cuidar. Sacas lo mejor y lo peor de ti. Pero vuelves a reaccionar. Vuelves, pase lo que pase. Te dejas el alma en las palabras y los sentimientos en los hechos. El bienestar contigo mismo es indescriptible... Hasta que te das cuenta de que ha sido tiempo perdido. Que no has sido nada. Entonces, miras atrás. Caminos repletos de todos y cada uno de los pedazos en los que te rompes. Imágenes y recuerdos que pasan por tu cabeza. A una velocidad vertiginosa. Miedo y dolor se dibujan en tu rostro y te vuelves de hielo. Pero sigues viendo aunque te pongas una venda. Te vuelves a preguntar. A buscar. A Pensar...




jueves, 24 de enero de 2013

Ganas de volver a vivir.

Desconozco su nombre. En que invierte sus días. No sé si es más de dulce o de salado. Puede que sus ojos sean claros u oscuros. De lo que estoy segura, es de que con su mirada necesito que me transmita "algo". Puede que no coincidamos en gustos musicales, o sí, siempre podremos adaptarnos. Tampoco sé donde vive, ni como lleva el pelo. ¿Usará colonia? De las que le identifican, te atrapan y te recuerdan a él cada vez que la hueles. Ni si quiera le conozco. No sé quién es. Pero estoy segura de que, en algun lugar hay alguien con el que antes o después me cruzaré por el camino y pero formaremos un buen equipo. De esos invencibles. De esos que rebosan complicidad y confianza. De los que te provocan sonrísas incontrolables. Y el día que eso ocurra, sé que no habrá que dar explicaciones. Se notará y será imposible poner freno. No habrá que poner listones para medir el dar y recibir, será innato. Y no espero nada, nunca se sabe cuando va a llegar. Pero ganas hay muchas. No voy a negarlo. Tengo ganas de volver a vivir.

sábado, 19 de enero de 2013

Cruzar los dedos.

"De pequeña aprendí que ante un problema, solo puedes hacer dos cosas:
Hacer frente al problema. Encararte a él. Mirarle fijamente a los ojos. Luchar. 
O huir. Poner tierra de por medio y alejarte para siempre. 
Pero a veces el problema, escapa a tu control. Te arroya como un tsunami.
No puedes hacerle frente, ni tampoco huir,
y solo te queda una opción, esperar que la ola pase.
Cruzar los dedos"


miércoles, 16 de enero de 2013

¿Qué es la vida?

"Enamorado de la vida, a veces será perra, pero perra lame heridas. Es canela en rama, reina y ruina. Es la miss de mis miserias, seria, y de mis alegrías. Corta, pero ancha. Viaja sin mercancía, o en cercanías de larga distancia, sin estancia, mi compañía. La copa llena, o medio vacía. Sorbos de soberbia, venganza que se sirve fría. Es bella, pero de guapa peca de creída. Te hace bailar con la fea, escuchar a la engreída. Será sueño, pero si te duermes es pesadilla. Tiene dueño, pero no es sirviente, nunca se humilla. Es una tómbola, una quiniela, la lotería, un juego de azar sin suerte y no hay suerte que sonría. Mentira piadosa, verdad si tira de ironía. Epígrafe y epitafio, la vida son tres días" 


Texto de Rayden

martes, 15 de enero de 2013

Y así, se acaba un viaje.

Antes o después, hay un momento, en el que todos los barcos llegan a puerto. Este, hace mucho tiempo que llegó, pero se resistía a echar el ancla.
Viendo que el viaje, no solo no ha sido importante, sino que más bien ha sido ignorado, no habrá más rutas. Hay mares que es mejor dejar de surcar. Es hora de que el barco no sufra más daños. Es hora de dejar de navegar en aguas turbias, de evitar un naufragio perpetuo.

sábado, 12 de enero de 2013

se convirtió el vino en vinagre

"...y ahora me temo que se ha hecho muy tarde, ya nada tiene el mismo color, se convirtió el vino en vinagre, las uvas en pasas, el amor en dolor..."




Y hasta aquí he llegado. No me rindo. Abandono. Simplemente eso. Dejo de intentar que el pasado se vuelva futuro. Abandono la búsqueda de quién hace mucho tiempo me abandono a mi.


viernes, 11 de enero de 2013

greetings

Los recuerdos, no son un tema fácil de tratar. ¿Debería quemarlos? ¿Dejarlos ir? Ya no sé que hacer con ellos. No molestan. Ocupan el mejor de los lugares. Me provocan sonrisas y que por las noches, me abrace a la almohada y piense "que suerte tuve, fui una privilegiada"... y los verbos en pasado, hacen eco en mi cabeza. Como en todo hay un pero: me hacen daño. Los verbos no se conjugan en presente. Mucho menos en futuro. Y constantemente mantengo la ilusión, o más bien, me aferro a ella y a los recuerdos. Me aferro y pienso, que dentro de un tiempo, quizás años, se parará a pensar en todo su pasado, y aunque sea en una mínima parte estaré presente. Entonces recordará todo lo que provocó. Que todo esto y mucho más surgía por él y por todos esos momentos del pasado en los que no existían los abismos entre él y yo. 
Pero ahora solo queda eso... recuerdos y nostalgia que no sé si son buenos o malos. Que me cansan porque me provocan una espera insaciada a pesar del paso del tiempo. No sé si merece la pena mantenerlos vivos o lo mejor sería olvidarme y no aferrarme a algo que quizás no pase ni dentro de un rato, ni mañana, ni la semana, mes o año que viene. 


 


domingo, 6 de enero de 2013

¿hay alguna otra salida?

Puedo intentarlo, de hecho estoy en ello. Hasta el momento no lo he conseguido. Continúa la lucha. El "autoengaño". Sé que no va a ser fácil. Creo, que ni ahora ni nunca, me llegaré a acostumbrar a esto, aunque forme parte de la rutina. Ójala, no hubiese conocido jamás aquella parte... Me parece imposible que fuese mentira, que simplemente fuese un espejismo, y que la realidad, sea esto que lleva marcando la tónica del día a día. Quizás solo ha sido "culpa mia" que transformé la realidad... Pero no, no pudo haber fingido tanto y que en realidad prefiera nada. Y ahora... Ahora viene la incertidumbre porque ya no hay nada "que marque metas". Solo silencio...








Silencio y vacío. Vacío que, a pesar de saber que es prácticamente imposible que alguién haga desaparecer, continuaré intentando subsanar. No es comparable. Ni lo más mínimo. Tampoco quiero. Pero lo bueno... también envejece con el tiempo, y si no se alimenta ¿qué nos queda? Bueno, mejor dicho ¿Qué me queda? No quiero que se convierta en resignación, o en algo que quede en manos del destino, pero ¿hay alguna otra salida? Jamás pensé que algo tan sencillo, se convirtiese en un complicado laberinto.

viernes, 4 de enero de 2013

Se puede sobrevivir.

Aborrecía su forma de ser. Su odio infinito al compromiso, si no le convenía claro y sobre todo su superficialidad a la hora de tratar ciertos asuntos. Pero a día de hoy, en estos momentos, digamos que es algo que admiro. Bueno, más bien que me atrae. Y quizás deba de darle la enhorabuena, porque ya sumamos una lista infinita de días basados en ignorarnos y lo que antes me dolía, ahora se ha vuelto en rutina. Y he comprendido que no está nada mal eso de llevar escudo, de pensar en uno mismo y en nadie más. Se puede sobrevivir perfectamente, e incluso mejor, sin sentimientos, sin dejar que tu felicidad dependa de nada, ni de nadie.  


martes, 1 de enero de 2013

Nada que no se cumpla.

Año nuevo, vida nueva. Mil propuestas y otros mil deseos, que se quedarán ahí, como siempre en saco roto. Por eso, no pienso proponerme nada que vaya más allá de los planes a corto plazo y ante todo, evitar todo aquello que me reste ilusión o motivos, para que cada día, sea un buen día.